El Gobierno español recibió con indiferencia el acto de desarme de la banda terrorista ETA realizado en Bayona, recordándole que está "operativamente derrotada, sin futuro y con sus dirigentes en prisión". Por ello, le exige su disolución definitiva, pedir perdón a las víctimas y desaparecer en "vez de montar operaciones mediáticas para disimular su derrota e intentar sacar rédito político de la misma".
En un comunicado, el Ejecutivo de Mariano Rajoy advierte que no hará ninguna valoración sobre el armamento entregado por la banda ni sobre su integridad, hasta que este haya sido analizado por las autoridades y la justicia francesa, de acuerdo con la legalidad vigente.
Insiste, en que la actuación llevada a cabo por la banda terrorista "no es más que la consecuencia de su derrota definitiva por la democracia española, con las armas de la Ley, la unidad política y la cooperación internacional, así como por la eficacia y entrega de los Cuerpos y fuerzas de la seguridad del Estado".
Por tanto, incide en que el Gobierno no va a cambiar su posición: "los terroristas no pueden esperar ningún trato de favor del gobierno y mucho menos impunidad a sus delitos".
El Ejecutivo advierte que seguirá velando por el cumplimiento de la ley y la seguridad de los ciudadanos. También defenderá "el respeto y el homenaje a las víctimas del terrorismo, cuyo testimonio ha sido fundamental en la derrota de la banda terrorista y así debe seguir siendo en el futuro".
Urkullu agradece la "altura de miras" del Gobierno de Rajoy
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha “destacado” y “agradecido” al Gobierno de Mariano Rajoy “la altura de miras” con la que ha gestionado el desarme de ETA. Lo ha hecho en una breve declaración institucional en la que ha hecho extensivo este reconocimiento al Gobierno francés y a todas las instituciones y partidos políticos afectados por el proceso.
Ha comparecido ante los medios de comunicación en San Sebastián para leer un texto, 'De la épica a la ética', que pone el acento en las víctimas del terrorismo, reivindica la implicación de su Gobierno en el desarme y se compromete a seguir trabajando por la desaparición de ETA y la normalización de la convivencia en el País Vasco. Urkullu no ha permitido preguntas.
El coordinador y portavoz de la Comisión Internacional de Verificadores, Ram Manikkalingam, se ha trasladado desde Bayona para acompañar al lehendakari durante la lectura de la declaración y manifestar y agradecer el apoyo recibido por el Ejecutivo vasco en el trabajo desarrollado por el foro que encabeza a lo largo de los últimos seis años.
El Gobierno vasco no está presente en el día del desarme organizado en Bayona. Una vez descartada la realización de un acto institucional, desistió de enviar representación a los actos programados por los mediadores vascofranceses ante el riesgo de que puedan convertirse en una celebración capitalizada por la izquierda abertzale. Ha optado por reivindicar su protagonismo en la culminación del desarme mostrando la imagen de Urkullu, codo a codo junto a Manikkalingam.
Tras hacerse público el anuncio del desarme de ETA, el Gobierno vasco presentó las condiciones bajo las que estaba dispuesto a prestar cobertura institucional a la entrega de las armas en una declaración en la que pidió “altura de miras” a los Ejecutivos de España y Francia. Ahora agradece a ambos su no interferencia en el proceso.
"Quiero destacar y agradecer la altura de miras y colaboración que hemos encontrado en los gobiernos, instituciones y fuerzas políticas afectadas de una u otra manera en la gestión de este momento", ha declarado Urkullu que ha mantenido informado al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, a lo largo de las últimas semanas.
Su reconocimiento es una prueba más del acercamiento producido esta legislatura entre el lehendakari y Rajoy después de los cinco años anteriores vividos en un clima de constante enfrentamiento. Los Ejecutivos español y vasco protagonizan un nuevo periodo de distensión mientras PP, ahora ya sin mayoría absoluta, negocia con el PNV la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
Urkullu ha hecho extensivo su agradecimiento a “los buenos oficios” de los verificadores y ha destacado la discreción con la que se ha tejido “la confluencia” entre instituciones y agentes políticos y sociales que ha hecho posible “el logro” del desarme.
El Gobierno vasco ha trabajado a lo largo de las últimas semanas para conseguir que la entrega de las armas se realizara de forma “legal, unilateral y sin contrapartidas”. Para ello ha desarrollado labores de interlocución con el Gobierno español, las autoridades francesas, el Gobierno foral navarro y la Mancomunidad de Iparralde y ha actuado de forma coordinada con el Parlamento, partidos, agentes sociales y la Comisión de Verificación, según ha expuesto Urkullu.
"Las víctimas, partícipes de un logro democrático"
El lehendakari se ha alegrado de constatar que las armas “han pasado del territorio de la clandestinidad al de la legalidad” y ha afirmado que el desarme, “exento de toda épica”, tiene “un significado ético central” porque certifica que “ni una sola de las víctimas provocadas por ETA debió producirse nunca”. “Por esta razón ética. Todas y cada una de las víctimas son hoy sujetos y partícipes principales de este logro democrático de la sociedad, sus instituciones, la política y los derechos humanos”, ha añadido.
Su declaración finaliza con la importancia que cobra “la confirmación del desarme”, como un paso fundamental” en la consecución del final ordenado de la violencia y la desaparición de ETA. E incluye el compromiso de su Gobierno para continuar trabajando por la paz y la convivencia, “ahora en un escenario mejor”. “El compromiso ético continúa”, ha subrayado Urkullu.
Egibar: "Lo que ha rodeado al desarme es escenificación"
Los partidos vascos con representación en el Parlamento de Vitoria han valorado este sábado que se haya confirmado el desarme de ETA pero han advertido de que "no es un día de celebración, sino de recordar a quienes han sufrido el terrorismo".
Así se han expresado en el informativo especial de Radio Euskadi con motivo de la entrega de las armas de la banda terrorista vasca el portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar; el parlamentario de EH Bildu, Julen Arzuaga;, el dirigente de Podemos, Lander Martínez, y los parlamentarios vascos del PSE-EE y PP, Eneko Andueza y Laura Garrido.
Egibar ha destacado que "el hecho relevante hoy es que el desarme se ha producido"; ha indicado que "no es esta la versión del desarme que ETA quería materializar" y ha precisado que "todo lo que le ha rodeado (al desarme) es 'escenificación'", en referencia a los actos organizados por la izquierda abertzale en Baiona para arropar la entrega de las armas.
El parlamentario de EH Bildu, Julen Arzuaga, desde Baiona, ha mostrado su satisfacción porque "se ha cumplido la palabra dada por ETA de desarmarse" y ha ensalzado el procedimiento elegido para ello, que ha calificado de "creativo" e inédito a nivel internacional por el "protagonismo que ha tenido la 'sociedad civil'".
El portavoz de Elkarrekin Podemos en la Cámara Vasca, Lander Martínez, por su parte ha calificado la confirmación del desarme como una "noticia positiva", aunque ha precisado que "no es un acto para celebrar sino para recordar a las víctimas y entender que lo que ha hecho ETA es hacer lo que la sociedad le demandaba desde hacía tiempo".
Exigir la "disolución definitiva de ETA"
El parlamentario del PSE-EE Eneko Andueza, por su parte, también ha valorado que se haya producido el desarme y lo ha considerado como "un paso necesario para llegar al imprescindible: la disolución definitiva de ETA".
Ha enfatizado que el desarme "llega tarde para la sociedad vasca y las miles de personas y familias que han sufrido el terrorismo en sus carnes por lo que no es día para celebrar, sino para recordar a quienes lo padecieron y a la sociedad civil que se enfrentó al terrorismo".
El presidente del PP de Gizpuzoa, Borja Semper, ha comentado por las redes sociales que "tras la parafernalia e intento de maquillaje, la realidad es que ETA "se va" derrotada dejando un reguero de dolor, eso deja".
La también parlamentaria vasca del PP, Laura Garrido, ha destacado que el acto de Baiona es "el acto final de la rendición de ETA, por mucho que quieran acompañarlo de propaganda".
Ha exigido la disolución "incondicional e inmediata" de la banda terrorista y ha pedido prudencia sobre el desarme hasta que "las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad verifiquen el desarme, que son las únicas encargadas de llevar a cabo esta tarea".
Covite: "No debemos dar las gracias a ETA por no matarnos"
La presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), Consuelo Ordóñez, ha tachado de "espectáculo propagandístico" el desarme de ETA que, a su juicio, debería haber estado presidido "por la vergüenza y la catarsis" de la historia criminal de la organización terrorista, en vez de "por los focos de la propaganda".
"Que ETA deje de tener armas es bueno, pero no debemos dar las gracias a ETA por no matarnos", ha señalado en declaraciones a Europa Press, para después precisar que el "verdadero desarme" de la banda terrorista llegará cuando sus "voceros" dejen de "justificar" los asesinatos.
Además, Ordóñez cree que "hay otro desarme pendiente", que es "el desmantelamiento de las otras armas de ETA": su proyecto político, "su chantaje moral" a las víctimas, su objetivo de impunidad, su discurso de odio y "su tergiversación" de la historia.