El sanguinario etarra Josu Zabarte, más conocido como 'El Carnicero de Mondragón', ha ocupado un lugar destacado en el acto central del desarme de ETA realizado en la plaza Paul Bert de Bayona.
Concretamente se encontraba en el escenario instalado para la ocasión entre la treintena de personas que representaban lo que desde el entorno abertzale han llamado "artesanos de la paz" por encargarse de gestionar la entrega de armas a petición de ETA.
Junto a él se encontraban dirigentes políticos como Peio Urizar, de Eusko Alkartasuna, los mediadores a los que ETA ha encargado la gestión de su desarme o representantes sindicales. En torno a ese escenario se han dado cita entre 2.000 y 3.000 personas, muchas de ellas procedentes del País Vasco, para respaldar la entrega de armas por parte de ETA.
En el acto han intervenido varias personas, entre ellas los dos mediadores que la mañana de este sábado han anunciado que lo que ETA les había confíado eran 120 armas de fuego y tres toneladas de explosivo, entre diversa munición. Todo ello repartido a lo largo de ocho zulos en el sur de Francia.
Tanto los discursos como las consignas que han coreado los presentes han girado principalmente en torno al acercamiento de presos. Uno de los oradores, el ex presidente de la Iglesia Metodista de Irlanda, ha pedido que se le de "una oportunidad a la paz" y que se traiga "de vuelta a casa a los prisioneros".
A pocos metros se encontraba Zabarte, quien pasó 30 en prisión por 20 atentados y 17 asesinatos. En el año 2014, ya en libertad concedió una entrevista al diario El Mundo en la que aseguraba no estar arrepentido y que sus crímenes no le impedían dormir por la noche.