Agentes y operarios municipales de Madrid colocarán bolardos, vehículos pesados o jardineras para impedir la entrada de vehículos en las calles por las que transiten las procesiones religiosas previstas estos días en la región, como medida preventiva a evitar atentados terroristas.
Así lo anunció este martes la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancuasa, quien señaló que en toda la región hay unos 200 actos religiosos en las calles. La Policía Nacional y la Guardia Civil han elaborando un dispositivo de seguridad en este sentido, en colaboración con las distintas Policías Locales de cada municipio.
Entre las novedades del operativo de este año destaca, al igual que ocurrió en las pasadas navidades, medidas preventivas en las calles de mayor tránsito ante la utilización por terroristas yihadistas en varias ciudades de Europa de camiones y coches para arrollar a las personas.
"Las seguridad total no las podemos garantizar, pero sí garantizamos es que todos los agentes hacen un buen trabajo", indicó Dancausa, que ante las preguntas de los periodistas si hay información de un posible atentado en Madrid en Semana Santa, dijo que no las tienen pero recordó que estamos en Europa y ha habido varios atentados en ciudades europeas en los últimos meses.
Estas medidas de seguridad van en la línea de las anunciadas por el Ayuntamiento de Madrid hace unos días, que restringirá la circulación de camiones de mercancías y personas en el centro los días 9, 12, 13, 14 y 15 de abril por las procesiones de Semana Santa.
Quedan exceptuados de la prohibición los autobuses de la EMT, los buses de transporte turístico de concesión municipal, los autobuses interurbanos de línea regular con inicio o final de trayecto en la zona sometida a las prohibiciones de circulación, las unidades móviles de producción y retrasmisión audiovisual y aquellos vehículos que aun sin estar incluidos en las categorías anteriores reciban la autorización expresa de la Dirección General de la Policía Municipal.
Desde el Ayuntamiento apuntan que las procesiones no sólo reúnen a fieles religiosos sino que son un "enorme atractivo turístico para la ciudad de Madrid, concitándose en algunas de ellas más de 100.000 personas, que acuden