El senador de Compromís Carlos Mulet denunció el pasado 28 de febrero que el Gobierno de Mariano Rajoy no respondía a las preguntas de los parlamentarios y despachaba las peticiones de informaciones concretas con un párrafo genérico remitiendo a leyes aprobadas.
Su forma de protestar fue preguntar por el protocolo de actuación en caso de un 'apocalipsis zombie'. El Gobierno ha contestado: "En relación al "fin del mundo", el Gobierno informa a Su Señoría que no dispone de protocolos específicos para dicha eventualidad, entre otros motivos, porque poco se puede hacer llegado ese momento".
"Sobre la segunda acepción recogida en el diccionario, 'situación catastrófica, ocasionada por agentes naturales o humanos, que evoca la imagen de la destrucción total', se indica, por el contrario, que España dispone de un sistema global de procedimientos concretos y de protocolos de prevención de las emergencias, tanto en el ámbito de la protección civil, en el que participan el conjunto de las administraciones públicas, como en el de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", añade.
El senador ha reiterado su queja por el desprecio del Gobierno a las Cortes Generales asegurando que normalmente "contestan tarde y mal y ahora a respuestas absurdas cumplen escrupulosamente, pero a preguntas concretas y de interés, dan respuestas absurdas".
Y continúa la respuesta del Gobierno: "Respecto a la posibilidad de que el referido apocalipsis sea de carácter 'zombi', si se trata de 'persona que se supone muerta y reanimada por arte de brujería con el fin de dominar su voluntad', el Gobierno no ha adoptado ningún protocolo específico más allá de los previamente señalados, dada la dudosa probabilidad de que se produzca semejante circunstancia bajo tales premisas".
Si por zombi hablamos de 'atontado, que se comporta como un autómata', la respuesta asegura que "el Gobierno duda de que quienes se pudieran encontrar en las circunstancias descritas puedan llegar a protagonizar una situación de apocalipsis".
La aclaración tan detallada en esta ocasión choca, según Mulet, con que se silencie la primera parte de la pregunta, "la seria": "Lamentablemente hemos visto cómo de nuevo el Gobierno, o quién se dedique a responder a los parlamentarios en su nombre, ha mostrado un grado de cinismo altísimo, ha obviado la pregunta comprometida, y se ha explayado en la respuesta a la pregunta protesta, ojalá tuvieran tanto esmero y diligencia como en esta ocasión a la hora de responder a las preguntas de los senadores, ya que una de sus funciones precisamente es la de control del Gobierno".