El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González utilizó a su círculo familiar, incluyendo a su padre de 90 años, Pablo González Liberal, para llevar a cabo actividades de blanqueo de dinero, según han informado a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación de la Operación Lezo en la que este miércoles fue arrestado el exmandatario madrileño.
Los investigadores acreditan estas prácticas en una serie de operaciones de préstamo ficticias en la que los familiares de González le ingresaban dinero en sus cuentas y él se lo devolvía en metálico, es decir, en ‘B’. De ese modo, el expresidente de la Comunidad de Madrid solventaba sus problemas de falta de liquidez económica.
Esto lo hizo, según las mismas fuentes consultadas, al menos una vez y para ello se valió de la colaboración de su núcleo familiar más cercano, es decir, su hermano Pablo -también detenido en la causa- y su padre, un señor nacido en 1926 y que dedicó muchos años a la política, antes y después de la democracia. Sus últimos años, ya con una avanzada edad, siguió desempeñando un cargo como asesor del PP en el Senado.
La Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción creen que González posee aún gran cantidad de dinero en metálico procedente de sus actividades presuntamente ilícitas. Las cuantías de esos préstamos ficticios eran de 15.000 euros cada uno y los investigadores detectaron que poco antes de su arresto intentó llevar a cabo una nueva remesa de operaciones de blanqueo con sus allegados.
Blanqueo de capitales es uno de los delitos de los que se acusa tanto a González como a su hermano, dos de los principales arrestados en la causa en la que se investigan presuntos delitos que van más allá de las operaciones del Canal Isabel II.