Pepe Álvarez, líder de UGT, ha sacado el dedo acusador. En la tribuna de oradores de la manifestación del 1 de mayo ha indicado que "más de medio millón de ciudadanos han salido a la calle en toda España para pedir cambios en las políticas".
Ha sido, sin duda, la manifestación del 1 de mayo menos ruidosa y concurrida de la historia reciente. La Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras han conseguido una escasa movilización en el día de los trabajadores. Un pinchazo sin precedentes de los dos grandes sindicatos.
Varios miles de personas -habrá guerra de cifras, pero no serán muy abultadas- han acudido al centro de Madrid a la manifestación que, bajo el lema "No hay excusas", organizaban y encabezaban CCOO y UGT con motivo del Día de los Trabajadores. Pocas proclamas y mucha frialdad en un día caluroso.
Tras recordar la "persecución" que sufren los trabajadores y sindicatos en todo el mundo, Álvarez ha afirmado que "nuestro lema es más claro que nunca, porque no hay excusas, porque sólo la movilización combinada con la negociación lograremos la recuperación de derechos y libertades en nuestro país".
A su juicio, este 1 de mayo requiere "cambios en profundidad" para acabar con la "lacra de la corrupción" exigiendo "responsabilidades" a los corruptos. Una corrupción que cree tan "insoportable" como la reforma laboral que hay que "derogar".
"Hay un Parlamento plural que tiene que escuchar nuestra voz", ha reclamado el secretario general de UGT. "Hacen falta nuevos impuestos para salir de esta situación", ha afirmado antes de exigir un "nuevo acuerdo de negociación colectiva" y advertir que, si no hay pacto, habrá más movilizaciones. Al final, Álvarez ha pedido a los políticos que miren "el caso de Portugal", dónde hay un acuerdo de "las fuerzas progresistas" para gobernar.
Junto a él también ha estado el líder del otro sindicato que lideraba la marcha, Fernández Toxo (CCOO). Tras ellos, entre los asistentes, marchaban numerosos miembros de Podemos, liderados por Pablo Iglesias, Irene Montero e Íñigo Errejón, el líder de IU, Alberto Garzón, y algunos representantes del PSOE como Antonio Miguel Carmona. Tampoco ha querido faltar a la cita Ángel Gabilondo, líder de la formación socialista en la Comunidad de Madrid.
La marcha ha partido desde la plaza de Neptuno y ha culminado en la Puerta del Sol, donde los líderes sindicales han pronunciado sus preceptivos discursos.
Antes del inicio del acto, en declaraciones a los medios Iglesias ha afirmado que el evento representa "el día de los trabajadores y trabajadoras pero también el día de la dignidad democrática". "Hoy en España la dignidad democrática está amenazada por un partido que está parasitando las instituciones del Gobierno", ha afirmado.
En su cuenta de Twitter, Mariano Rajoy, ha agradecido la contribución de los trabajadores "a la recuperación económica". Además ha señalado que "el Gobierno trabaja para lograr más y mejor empleo".
Más movilizaciones y "desalojar" a los corruptos
El último en intervenir ha sido Ignacio Fernández Toxo, en el que será su último discurso del 1 de mayo como secretario general de CCOO. "Crece la economía, pero los ciudadanos no hemos salido de la crisis, porque saldremos cuando recuperemos el nivel de vida previo a la crisis, porque hay mucho paro, desigualdad y corrupción", ha aseverado. Ha defendido los servicios sociales y la exigencia de un "empleo de calidad" tras recordar que la tasa de paro supera el 18% en España.
Entre algunas peticiones tímidas de "huelga general" por parte de los asistentes, Toxo ha reclamado la derogación de "las reformas laborales de 2010 y 2012". Para ello, ha reclamado "desalojar" a los gobiernos llenos de corruptos. "No sé si tiene razón quien ha planteado una moción de censura, pero sólo un frente unido de los progresistas va a hacer que este país avance", ha añadido. Al igual que su compañero de UGT, Toxo ha pedido más movilizaciones sociales en las calles para "cambiar este estado de cosas.