La negociación del cupo vasco es quinquenal y el último convenio expiró en enero de 2011: se ha prorrogado desde entonces. PP y PNV -Gobierno central y Lehendakaritza- acaban de negociar el cupo vasco. En cierto modo es la factura que los nacionalistas vascos pasan a los populares para apoyar los Presupuestos Generales del Estado. Pero, ¿por qué es distinta la fiscalidad en el País Vasco y Navarra? Te lo explicamos respondiendo a cinco preguntas.
¿Qué es el cupo vasco?
Es la aportación anual que realiza el País Vasco al Estado por gastos generales en instituciones y competencias no transferidas: básicamente Casa Real, Defensa, representación en el exterior, mantenimiento del Congreso, el Senado y los ministerios, así como de infraestructuras (puertos, aeropuertos, AVE). También se suma una cantidad en concepto de solidaridad interautonómica. Navarra tiene su propio cupo.
¿A cuánto asciende y cómo se calcula?
Se calcula mediante una negociación bilateral teniendo en cuenta el peso de la economía del País Vasco con relación a la del conjunto del PIB del Estado. Desde hace décadas se fijó una contribución del 6,24% del gasto total del Estado en las referidas competencias e instituciones. Es evidente que desde entonces el peso de la economía vasca ha variado.
¿En qué se diferencia del concierto?
El concierto vasco, al igual que el navarro, es el marco legal que permite a las diputaciones forales recaudar impuestos. El País Vasco y Navarra deciden todos y cada una de las tasas que fijan para mantener sus competencias y recaudar el cupo pactado que luego transfieren a la Hacienda estatal: deciden su IRPF y su impuesto de sociedades, por ejemplo. Con todo, no pueden regular ni abstraerse del IVA y los impuestos especiales en hidrocarburos, tabaco y alcohol, lógicamente.
¿Por qué existe sólo en País Vasco y Navarra?
Es una singularidad fiscal vigente desde finales del XIX y basada en los derechos forales de ambas comunidades. Franco permitió a Navarra y Álava mantener esta peculiaridad, pero la abolió en Gipúzcoa y Vizcaya por considerarlas “provincias rebeldes”. La Constitución recogió estos derechos históricos y la UE respaldó su peculiaridad en 1997. Los conciertos vasco y navarro (y los cupos) son distintos, singulares y se negocian por separado.
¿Pagan menos vascos y navarros?
La presión fiscal del País Vasco ha sido históricamente menor, especialmente en IRPF. Además, mantienen exenciones para la compra de vivienda que en el resto de España se han suprimido.