Díaz decide pasar al ataque tras asumir que puede perder

El PSOE lleva muchos meses instalado en la disputa por el liderazgo del partido, pero Susana Díaz se había visto ganadora desde el primer momento. Tanto, que descuidó aspectos fundamentales de una campaña concebida más como una gira por España y un prólogo de su mandato que como una competición electoral.

Aún así, ganó en número de avales y logró un récord histórico de 59.390, como adelantó este viernes EL ESPAÑOL. El problema para ella es que Sánchez, con mucho menos apoyo de los dirigentes del partido, logró 53.117. Díaz había logrado un gran resultado, pero la noticia estaba en que Sánchez le pisaba los talones desafiando todas las expectativas. La presidenta de la Junta amarró bien a los suyos mientras dejaba que Sánchez conformase un movimiento equiparable.

Creyendo vencer, se olvidó de convencer. 

Ahora, hasta sus propios colaboradores reconocen que lo que antes consideraban una victoria segura ha adquirido el angustioso suspense de lo imprevisible. "Susana está muy preocupada", explica uno de sus próximos. "Está asombrada por el número de avales de Pedro. Cree que gana, pero ya no las tiene todas consigo", explica.

El equipo de Díaz tiene varios temores: que los que no confiaban en Sánchez le voten al ver que tiene posibilidades y que parte del votante de Patxi López, que ha reunido 10.866 avales, se decante por darle un segundo mandato al ex secretario general. Sánchez intentó este viernes una opa a López, pero a través de un mitin y sin hablar con él hasta cuatro horas después, según se lamentaba el exlehendakari, que rechazó de plano la oferta. 

Defender la abstención

Díaz le ha visto las orejas al lobo, pero no tardará en reaccionar. Según ha podido saber este diario, la presidenta andaluza tiene previsto "endurecer el tono" y dar por finalizada "la campaña de las amapolas y las frases bonitas". 

Hasta ahora, Díaz ha construido su campaña sobre la promesa de una victoria que en el primer asalto se ha producido por los pelos y con derrotas en la mitad de las comunidades autónomas. Andalucía, donde arrasó, evitó la derrota. Por eso, Díaz tiene previsto pasar a la ofensiva, "desmotar a Sánchez y explicar por qué no puede ganar para conducir al partido a otra derrota electoral", según fuentes cercanas a la presidenta. 

Guillermo

Los primeros recaditos

Este viernes ya hubo un anticipo cuando comentó su número de avales. "Hay quien está contento por ser segundo. Y ya es la tercera vez que está contento por ser segundo". También cuando rechazó fusiones de candidaturas como la que Sánchez propuso a López. "No voy a estar en ese tipo de confluencias por arriba y mesas de camilla buscando el día después cómo rebañar algunos votos", dijo. 

"Espero que lo de los avales haya servido para que se dé cuenta de que España no es sólo Andalucía y que no puede dar nada por supuesto", explicaba otro de sus colaboradores, muy activo en la búsqueda de avales y votos. 

Entre los asesores de Díaz hay quien cree que debería entrar a discutir el corazón de los mensajes de Sánchez, comenzando por defender con convicción la abstención ante Mariano Rajoy en cada uno de sus mítines. Hasta ahora, es un terreno que evita, consciente de que no es fácil persuadir a la militancia de sus motivos. 

La campaña comienza ahora

El equipo de Díaz también valora intensificar su contacto y entrevistas con los medios de comunicación, a los que atiende cuando responde a un puñado de preguntas a la puerta de un acto, pero a los que no ha explicado por qué su proyecto, además de poder ganar, debe hacerlo. 

Pero las primarias no se ganan solamente en los medios, sino puerta a puerta, estrechando la mano de cada militante y de todos los referentes en los que confíen. "Susana va a tener que gastar mucho en teléfono si quiere ganar", explica un partidario. Ha ganado en avales, puede ganar, pero ya no es la favorita. La campaña electoral acaba de comenzar.