Atrapada por sus propias promesas. Cristina Cifuentes vive sus horas más difíciles como presidenta de la Comunidad de Madrid. Ella siempre ha dicho que si resulta imputada, dejará su cargo. Ahora, después de que EL ESPAÑOL desvelase este martes que la Guardia Civil la vincula con dos delitos relacionados con la trama Púnica, la oposición en bloque movía ficha en su contra. Ciudadanos pedía explicaciones y advertía que si Cifuentes es imputada, su continuidad en el cargo será imposible. Y Podemos y PSOE presionaban, cada uno a su manera, para desalojar ya a la presidenta regional.
El partido liderado por Albert Rivera pretende que Cifuentes comparezca en la Comisión Anticorrupción de la Asamblea de Madrid. Y quiere que sea la próxima semana. El propio presidente de Cs decía en el Congreso de los Diputados que Cifuentes "tiene que dar la cara y no se puede esconder" porque en esta ocasión "el caso PP" también parece afectarle. Rivera recordaba que, al igual que ocurrió en Murcia, si hubiera imputación, para Ciudadanos sería "insostenible" e "inadmisible" su permanencia como presidenta. Pero, eso sí, recordaba que por el momento sobre la mesa hay un informe policial que a priori el juez del caso Púnica ya deshechó.
En la Comunidad de Madrid, Ciudadanos hacía otro tanto. Ignacio Aguado, el líder de Cs en la Comunidad de Madrid, insistía en que exigirá la dimisión de la presidenta en caso de resultar imputada. Eso sí, pedía prudencia y no adelantaba acontecimientos. A día de hoy, se conforman con que Cifuentes comparezca bien en el pleno de forma extraordinaria o a través de una comisión de investigación.
La moción de Podemos y el viraje del PSOE
Para Podemos, las últimas noticias que salpican a Cifuentes refuerzan su estrategia de las mociones de censura contra el PP. Porque el partido liderado por Pablo Iglesias va a registrar sendas iniciativas tanto en la Asamblea de Madrid como en el Congreso de los Diputados, contra Cifuentes y Mariano Rajoy, respectivamente.
En el Congreso, Iglesias arremetía con dureza contra la presidenta madrileña -"es la nueva Esperanza Aguirre"- y pedía a PSOE y Ciudadanos que "recapaciten" para apoyar sus mociones de censura. Además, este martes el partido morado explicaba en un desayuno informativo su moción de censura autonómica, para la que proponen como candidata a su portavoz en la Asamblea, Lorena Ruiz-Huerta.
El PSOE madrileño, por su parte, viraba del "no" a un "quizá", a la busca de un "cómo". Las fuentes consultadas por este periódico reiteran que Ciudadanos es "imprescindible" para la búsqueda de una alternativa. No mencionan la moción de censura de los de Iglesias, no por rechazo, sino porque son los naranjas "cualquier intento es absurdo". Los escaños del partido naranja en la Asamblea de Madrid darían el empujón definitivo a Cifuentes y la sacarían del Gobierno.
Hace sólo tres días que el PSOE autonómico decía "no" a Podemos en una reunión sobre la moción de censura regional. Sin embargo, la información sobre Cifuentes cambia el escenario. El portavoz adjunto del PSOE en la Asamblea de Madrid, José Manuel Franco, invitaba al Grupo de Ciudadanos a romper el acuerdo de investidura que firmó con la presidenta regional. Y admitía que estudiarán "todas las posibilidades" con tal de desalojar al PP de la comunidad.
Y Cifuentes defiende su "honestidad"
Pese a las críticas y las presiones, Cifuentes dice no tener miedo a ser imputada: "Soy una persona absolutamente honesta y tengo plena confianza en la Justicia". La presidenta de la Comunidad de Madrid afirmaba este martes por la tarde que afronta las informaciones publicadas "con la cabeza muy alta" y que no dejará que nadie "manche su honor".
En una comparecencia improvisada en la Casa de Correos de la Puerta del Sol, sede del Gobierno de la Comunidad, Cifuentes reiteraba que el informe de la Guardia Civil que la señala como presunta culpable de cohecho y prevaricación se sustenta en "juicios de valor sin fundamento jurídico alguno". Y agregaba que "no tengo bienes, no tengo propiedades, no he venido a la política para ganar dinero, me estoy dejando la piel".
El día en que Catalá es reprobado
Estos problemas para Cifuentes se entremezclan, además, con las dificultades que vive el Gobierno de Rajoy por la operación Lezo. Este mismo martes el Pleno del Congreso de los Diputados reprobaba al ministro de Justicia, Rafael Catalá y pedía el cese del Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, y el fiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, por su presunta parcialidad en las actuaciones de la operación Lezo.
De hecho, Catalá es el segundo ministro del Gobierno de Mariano Rajoy reprobado en esta legislatura. El primero fue Jorge Fernández Díaz en octubre del año pasado. Eso sí, es la primera vez que se reprueba un ministro en el ejercicio de sus funciones. Una muestra más del calvario por el que atraviesa el Ejecutivo del PP por la corrupción.
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