Doce horas después de conocerse la vuelta de Pedro Sánchez a Ferraz, Mariano Rajoy reunía a su Comité Ejecutivo Nacional, donde centró su discurso dentro en el desafío independentista de Cataluña. El presidente del Gobierno pidió públicamente a Carles Puigdemont que acepte la invitación que su Ejecutivo le lanzó el viernes para que acuda a las Cortes Generales a presentar su proyecto para la región y le afeó su conducta. "Si el señor Puigdemont no viene, el mensaje que está mandando es que pretende romper España".
El líder del PP insistió en que "cómo va a llegar adelante su propuesta si no tiene el apoyo de los diputados que representan la soberanía nacional" y volvió a recalcar que el procès no se va a llevar a cabo.
Rajoy advirtió al presidente de la Generalitat de Cataluña justo el día que viaja a Madrid para presentar su proyecto que no consentirá que siga adelante con sus planes, que calificó como un "disparate desde todos los puntos de vista" y un "delirio jurídico". Rajoy calificó como "un gravísimo chantaje y amenaza" ese proyecto exprés de separación de Cataluña del resto del Estado como un intento "gravísimo de liquidar en pleno siglo XXI un Estado nacional en 24 horas", además de "intolerable".
"Es difícil encontrar un precedente tan antidemocrático como ese", ha añadido Rajoy, que ha prometido que la ley rupturista no entrará en vigor y "la soberanía nacional seguirá siendo la soberanía nacional, mientras el conjunto de los españoles así lo quiera".
"Es inaceptable. No lo vamos a aceptar", ha asegurado el presidente, quien ha insistid en que Puigdemont debe ir al Congreso. También ha querido dejar claro que si Puigdemont va al Congreso, él no iba a apoyar "ni la liquidación de la soberanía nacional, ni la liquidación de la unidad nacional".
Rajoy ha asegurado intenvendría en un hipotético debate para hacer patente su rechazo. "Yo voy a dar la cara, e invito al señor Puigdemont a que lo haga", ha asegurado.
El presidente del Gobierno habló también de la victoria de Pedro Sánchez, a quien todavía no ha telefoneado "por no moletarle". Rajoy insistió en reiteradas ocasiones que su intención es no disolver las Cortes para ir a elecciones y confió en que la nueva dirección del partido socialista apueste por "la estabilidad y la sensatez" y no por la inestabilidad. Rajoy hizo un resumen de su intervención en la reunión con su equipo y apenas dedicó una frase a la victoria de Pedro Sánchez: "Para el PP todo sigue igual. Hablaremos con el PSOE si quiere y nos entenderemos si quiere".
Fue ante las preguntas de los periodistas donde el líder del Partido Popular insistió en que "no va a haber adelanto de elecciones" y sacó pecho de los temas que el Gobierno ha conseguido sacar adelante en el Parlamento. Sin embargo, prefirió no aventurar cómo va a ser la legislatura de ahora en adelante.
Operación Lezo
A puerta cerrada tomó la palabra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que habló de la Operación Lezo y de los últimos informes que le apuntaban directamente a ella en una adjudicación pública al empresario Arturo Fernández. La líder madrileña obtuvo el cariño del presidente, que le dejó claro que todo el partido le apoyaba. También habló el nuevo presidente de Murcia, Fernando López Miras; el presidente del PP catalán, Xabier García Albiol y la secretaria general de Nuevas Generaciones.
En ese Comité Ejecutivo Nacional, el PP ha puesto en marcha la Oficina del Cargo Popular y al frente de la misma ha puesto a Manuel Cobo, mano derecha de Alberto Ruiz-Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid cuando fue alcalde.