"Si España no controla a sus yihadistas retornados, sufrirá"
"¿Ceuta y Melilla? Si no hay colaboración con Marruecos, cualquier zona puede ser una preocupación"/ "España debe organizar el campo religioso en su territorio"/ "Si hubiésemos detectado radicales antes del 11-M, hubiésemos avisado".
23 mayo, 2017 03:37Aldelhaq El Khayyam es la cara visible de la lucha contra el yihadismo en Marruecos, la última frontera entre el hervidero del Sahel y España. Contabiliza 200 operaciones policiales contra esta lacra desde los atentados de Casablanca en 2003. Su cargo es el de director de la Oficina Central de Investigaciones Judiciales, considerada la unidad de élite marroquí. Advierte a España de la importancia de tener controlados a los yihadistas que retornan desde lugares de conflicto, una treintena, según el Ministerio del Interior.
El Khayyam responde con naturalidad cuando se le pregunta sobre el riesgo de atentado en España, el papel de Marruecos en el 11-M, el control de las mezquitas... sólo muestra tensión cuando se le pregunta por su jefe, el director general de Seguridad Nacional, Abdellatif Hammouchi, reclamado en Francia por torturas. Esta acusación provocó que Marruecos cortase en seco las relaciones con el país galo en beneficio de España, que optó por condecorar a Hammouchi con la Cruz Honorífica al Mérito Policial.
La causa contra Abdellatif Hammouchi en Francia provocó un enfriamiento de las relaciones entre Marruecos y Francia. ¿La colaboración antiterrorista está condicionada por la política marroquí?
En primer lugar, lo que pasó con Francia se origina en unas declaraciones calumniosas de una persona determinada que ha sido tratada conforme al procedimiento jurídico en Marruecos, y concluyó en que era una falsa acusación. No vamos a hacer comentarios de tipo político en un asunto en el que la ley se ha pronunciado a favor del Director General de Seguridad Nacional.
¿Es incondicional entonces la cooperación antiterrorista?
La cooperación en esta materia es incondicional. Incluso con nuestros vecinos españoles con los que mantenemos divergencias de criterio sobre la soberanía de un territorio (el Sáhara Occidental) sobre la que hubo una sentencia de un tribunal internacional y hay un apoyo a un ente separatista de cuyas filas salieron terroristas con cargos probados, consideramos que la lucha antiterrorista no es un terreno donde quepan las rencillas y ajustes de cuentas políticos.
[Este mando antiterrorista acaba de participar en un seminario sobre terrorismo organizado por la Fundación de Cultura Árabe. No ha desaprovechado la ocasión para introducir su mensaje de consumo interno ante decenas de medios locales: también ha acusado al Frente Polisario de tener lazos con el yihadismo y ha acusado al vecino argelino de falta de colaboración. Al día siguiente, uno de los principales periódicos locales recoge el siguiente titular a partir de sus palabras: “Al Qaeda se hace fuerte en el sur de Argelia”]
Tras el atentado de Bruselas los belgas aprendieron la lección y el nivel de colaboración aumentó
En España hay una frase que se repite mucho, que es: la pregunta no es si el yihadismo va a atentar, sino cuándo. Existe una sensación de que es cuestión de tiempo que en territorio español se produzca un atentado. ¿Coincide con esta percepción?
La respuesta es que todos estamos expuestos a la amenaza terrorista. Todos los países pueden ser objetivo del terrorismo, sobre todo debido a que aquellos yihadistas que combatían en Raqqa, Mosul, u otros puntos de conflicto, vuelven a sus países de origen después. Si España no tiene contabilizado el número de estos retornados una [treintena, según Interior] sufrirá este fenómeno. La prueba es que los autores de los atentados cometidos en Francia o Bélgica son personas que estaban combatiendo con los yihadistas en las zonas de conflicto.
No obstante, el riesgo de que España sufra atentados terroristas se puede calificar de bajo en comparación con otros países. España entendió la situación y entablaron la cooperación con otros países, como el Reino de Marruecos, adoptando el mismo enfoque consistente en la anticipación. Por tanto, el riesgo de sufrir atentados terroristas se reduce significativamente.
Tras el atentado de Bruselas usted se lamentó de que había avisado a las autoridades de Bélgica de que había un ciudadano de origen marroquí radicalizado que luego participó en el ataque. Se quejó de que no habían atendido como es debido las alertas de Marruecos. ¿Ha cambiado la situación? ¿Se tiene más en cuenta lo que llega de los servicios de inteligencia marroquíes?
Nosotros ya habíamos avisado a las autoridades belgas en varias ocasiones, sobre todo en el momento del desmantelamiento de la célula de Abdelkader Belliray en el año 2008. Les advertimos de que hay una barriada en Bruselas que puede constituir un auténtico vivero de terroristas. Tanto Belliray como Ali Aaras, todos son oriundos de dicho barrio. Cuando se les informó a los belgas en el marco de la colaboración para que nos entreguen a estas personas o nos permitiesen interrogarles por ser de origen magrebí, se negaron rotundamente y varias asociaciones de derechos humanos entraron en liza. En definitiva, hicieron caso omiso de nuestros avisos hasta que sufrieron los atentados y se dieron cuenta de que el riesgo es real y que la cooperación internacional es vital.
[Este alto mando antiterrorista se presenta a su cita con EL ESPAÑOL acompañado de un asesor que le va suministrando datos a medida que avanzan las preguntas. Sobre la mesa despliega un dossier en el que se acumulan fechas de operaciones, balances y nombres de radicales detenidos, muchos de ellos en operativos conjuntos con las fuerzas de seguridad españolas].
Afortunadamente, creo que los belgas aprendieron la lección y el nivel de colaboración se sitúa en la misma línea de España en la actualidad. Ahora se dan cuenta del modelo del Reino de Marruecos, especialmente a nivel legislativo. El legislador marroquí, y no me cansaré de repetirlo, ha sido muy inteligente ya que se llevó a cabo una reforma del Código Penal por la que las personas retornadas de las zonas de conflicto pueden ser arrestadas y sujetas a penas de hasta 20 años de cárcel. Dicha visión no tuvo mucha aceptación al principio apelando a la libertad de circulación. Después, lo que pasó es que aquellos combatientes retornados fueron los autores de los atentados, y estaban bajo control policial. No hay nada que reprochar a los cuerpos de seguridad ya que carecían de legislación para poder actuar, o por lo menos tomarles declaración sobre las circunstancias de su desplazamiento. Pero ahora sí tienen esta base jurídica para ello.
Varios de los autores de la masacre del 11-M en Madrid también eran marroquíes, empezando por el jefe de la célula, Jamal Ahmidan, 'El Chino'. ¿Fallaron entonces las autoridades de Marruecos al no detectar su presencia en España?
No había constancia de que hubiera personas que pudiesen atentar contra España. En el procedimiento seguido en estos casos, sobre cualquier persona sospechosa de comisión de delitos del que hay datos de que pasó la frontera se emite inmediatamente una orden de busca y captura internacional y solicitamos a las autoridades del país que lo extradite. Es impensable que tengamos constancia de que hay personas potencialmente peligrosas en España y no solicitemos su extradición.
Después de 13 años, ¿cree que hay riesgo de que vuelva a suceder?
No deseamos que pase nada malo en ningún país del mundo, sobre todo a un país vecino. Pero tengan por seguro que si tenemos información de la posibilidad de un atentado terrorista en cualquier lugar, haya o no cooperación formal, se la proporcionaremos en el acto. Se trata de vidas humanas más allá de cualquier otra consideración.
[La entrevista tiene lugar en un lujoso hotel de Rabat, muy concurrido de estrellas de la música con motivo del Festival Mawazine que se celebra como cada año en la capital. Sir Rod Stewart toma el sol plácidamente en la piscina del establecimiento, a pocos metros de donde El Khayyam responde sobre cuestiones de seguridad].
España cuenta con una comunidad musulmana de dos millones de personas, hay 1.400 mezquitas repartidas por todo el territorio y las fuerzas de seguridad estiman que al menos un seis por ciento de ellas difunden mensajes radicales. ¿Cree que España debería emular el modelo marroquí y crear un organismo estatal que controle a los imanes que predican en las mezquitas?
España tiene una comunidad musulmana numerosa. Creemos que España debería organizar el campo religioso en su territorio. En este sentido, el modelo marroquí puede resultar un buen ejemplo. Hay que proporcionar una formación adecuada para que los guías religiosos no caigan en un discurso que constituya apología de la violencia.
Marruecos imanes a todos los países, también a España
En Marruecos hay un Ministerio de Asuntos Religiosos que determina la doctrina de los imanes de las mezquitas.
Concretamente el Consejo Superior de Ulemas es el responsable de la labor de los imanes en cuanto a doctrina. Fija la postura oficial sobre los asuntos relativos a la fe de modo unificado. Lo que debería aprovechar España son las posibilidades de formación de los imanes que ofrece el modelo de Marruecos. Tenemos a formadores marroquíes de los predicadores en la actualidad en Bélgica, un país en el que cualquiera podía abrir un local, coger un micrófono y empezar a arengar a la gente a tomar las armas. Lo mismo sucede en la actualidad con otros países como Francia e incluso países africanos. Tras la vuelta de Marruecos al seno de la Unión Africana se creó un Consejo Superior de Ulemas Africanos bajo la supervisión del nuestro.
¿Y en España?
En España hay imanes marroquíes. Esto entra dentro del respeto hacia las minorías religiosas, pero estas prácticas tienen que ser realizadas conforme a una doctrina sana y clara. Marruecos manda imanes a todos los países donde existe una comunidad musulmana, en España, Francia, Bélgica; incluso en África, Asia y América. Hablamos de imanes marroquíes. La organización interna del ámbito religioso, de todos modos, es un asunto de soberanía del Estado español e insisto en la necesidad de centrarnos en la formación doctrinal en la que Marruecos puede ser útil.
¿Tienen constancia las autoridades marroquíes de la implantación de Arabia Saudí y la corriente wahabita en España?
No tenemos información sobre este tema. Y digo más: el terrorismo es una ideología que no tiene que ver con la tendencia religiosa.
[El wahabismo es una corriente considerada radical dentro de la rama suní del islam procedente de Arabia Saudí. Las fuerzas de seguridad españolas han detectado en los últimos años la presencia saudí por medio de la financiación de mezquitas, visitas de líderes religiosos o medios de comunicación].
¿Cree que las ciudades de Ceuta y Melilla deberían ser una preocupación de las fuerzas de seguridad españolas?
En caso de no contar con una estrecha colaboración con los cuerpos de seguridad marroquíes, cualquier zona puede suponer un motivo de preocupación. Así fueron desmanteladas una serie de células activas en Ceuta y Melilla gracias a esta colaboración.
¿Existe una preocupación por la situación de ambas ciudades autónomas?
Son las autoridades españolas las que deberían contestar a esta pregunta.
¿Han detectado elementos yihadistas entre los inmigrantes que tratan de acceder a España? ¿Hay forma de prevenirlo?
En el marco de la colaboración en materia de lucha contra la emigración clandestina, nuestra estrategia está muy clara. No obstante, el aprovechamiento de estas redes de emigración clandestina por parte de las células terroristas es posible. En caso de tener constancia de ello, en primer lugar, serán detenidos por parte de Marruecos por delito de intento de emigración clandestina; y si se tiene constancia de pertenencia a una célula, está claro que el motivo de arresto sería más pertinente.
La pregunta es si hay yihadistas entre los que pasan a España de manera irregular.
No hay constancia de un hecho con estas características. Sí podemos apuntar la existencia de yihadistas que accedieron desde Argelia a Marruecos de manera irregular.
¿Cuántos combatientes extranjeros marroquíes han retornado desde Iraq y Siria?
Según los datos de los que disponemos, tenemos constancia de un total de 211 personas.
¿Y cuántos se fueron?
La cifra que barajamos es de unas mil seiscientas. [Desde España han partido en torno a 200].
¿Sigue activo el Movimiento Cham Al Islam (fundado por combatientes marroquíes en Siria)?
La mayoría fallecieron en los combates. Queda poca cosa.