Se acabaron los formalismos con Cataluña. El Gobierno de España ha salido en tromba y ha definido como "golpe de Estado" el borrador de desconexión que el Ejecutivo de Carles Puigdemont tiene preparado para desvincular a su región de territorio español si finalmente no se celebra el referéndum. Mariano Rajoy ha ido más allá y ha calificado de "la mayor cacicada que he visto en mi vida" la ley de transitoriedad jurídica que prepara en secreto el Parlament.
La vicepresidenta del Gobierno ha aprovechado su visita a Barcelona para responder que la democracia "tiene el poder para evitar el referéndum", pero ningún miembro del Ejecutivo ha querido mencionar el temido artículo 155 que supondría la intervención del Estado en el territorio catalán. Ha sido el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, el primer ministro que ha calificado este martes las intenciones de los independentistas como "golpe de estado".
Casi a la misma hora, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, mantenía en una entrevista radiofónica que "lo que hizo y lo que está haciendo el señor Puigdemont es amenazar constantemente al Estado y decir que va a terminar con el Estado que tenemos hoy. Si hoy estuviéramos en otro país, en otras circunstancias y a lo mejor no estuviéramos hablando de políticos, estaríamos hablando de un intento de golpe de Estado o de una amenaza de golpe de Estado".
A primera hora de la tarde, el presidente del Gobierno acudía a la sesión de control del Senado. Allí aprovechó la pregunta que le lanzó la diputada de ERC Mirella Cortés sobre el devenir de Cataluña para recordarle que "a quién se le ocurre que se pueda redactar una Constitución y declarar la independencia en 24 horas". Además, el jefe del Ejecutivo ha reiterado que "no cambiará de opinión" respecto al camino que debe seguir Cataluña porque "sería preocupante".
"Usaremos todas las herramientas"
La senadora independentista fue muy clara en su planteamiento: "¿Hasta dónde está dispuesto para parar el referéndum?". Pero Mariano Rajoy respondió con que "lo que ustedes pretenden es saltarse la ley y que me la salte yo" para no exponer las cartas con las que cuentan en su Gobierno para frenar de raíz los planes independentistas. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, recordó que "usaremos todas las herramientas de nuestro estado de derecho y la Constitución", pero tampoco mencionó el temido artículo de la Carta Magna que permitiría la intervención del Estado en una autonomía.
Desde Moncloa miran de reojo los primeros pasos de Pedro Sánchez como secretario general electo del PSOE y piden que "muestre de una vez en qué bando está: si en el de los independentistas o en el de los constitucionalistas". Además, el equipo más cercano al presidente del Gobierno insisten en que "el referéndum no se va a celebrar" y, aunque prefieren ir "paso a paso" remarcan que "el Gobierno actuará".
Su hoja de ruta
De momento, Mariano Rajoy ha vuelto a poner a disposición de Carles Puigdemont el Congreso de los Diputados para que exponga su proyecto para Cataluña, aunque la Generalitat ha optado por otro camino: solicitar formalmente la apertura de negociaciones con el Gobierno para celebrar el referéndum y, una vez que estuviera pactado, podrían aceptar ir al Parlamento español. La petición formal se concretará en una carta que el president de la Generalitat remitirá a Rajoy en los próximos días.