Carmena cambiará el esqueleto de Madrid antes de abandonar la alcaldía. En enero de 2018 comenzarán las obras de Gran Vía y Plaza de España. Será después de la campaña de Navidad. El Gobierno municipal tratará de acompasar los cambios en una y otra zona.
Mediante la ampliación de las aceras, el Consistorio dará más espacio a bicicletas y reducirá la velocidad para los automóviles hasta los 30 kilómetros por hora. Además, consecuencia de la APR de Centro, sólo podrán circular los residentes, el transporte público y los vehículos de carga y descarga.
En cuanto a la Plaza de España, el Consistorio conectará los jardines de Príncipe Pío con el verde de Campo del Moro.
Así serán los carriles
Más aceras y una vegetación más potente, estos serán los dos rasgos que capitanearán la remodelación de la histórica avenida. Gran Vía mostrará dos caras distintas. En el tramo que va desde la plaza de Cibeles hasta Callao habrá cuatro carriles, donde los coches convivirán con las bicicletas a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora.
Entre Callao y la Plaza de España, en cambio, serán cinco los carriles. En el tramo de ascenso, las bicicletas dispondrán de un sendero exclusivo debido a la cuesta arriba. Si la dirección es Callao-Plaza de España –cuesta abajo– los carriles volverán a ser compartidos. Como ocurre actualmente, los autobuses y los taxis encontrarán su propio asfalto.
Acabar en otoño de 2018
Además de la Gran Vía y la Plaza de España, se llevarán a cabo obras en las plazas colindantes, que ya se han sacado a concurso a través del ministerio de Fomento.
En otoño de 2018 -fecha prevista para la finalización de las obras- Madrid ofrecerá un nuevo rostro, fruto del que ha sido uno de los proyectos urbanísticos más ambiciosos del Gobierno de Manuela Carmena.