Los chinos de Toledo pagaban a sus ‘esclavos’ vietnamitas 500 euros y dos sacos de arroz
Los detenidos por la Guardia Civil usaban pasaportes falsos de Irlanda del Norte. Se han incautado 4.300 plantas de marihuana.
26 mayo, 2017 13:56“Cuando entramos en la casa, el bofetón de olor de marihuana fue insoportable”. Así relata uno de los agentes de la Guardia Civil que participó en la Operación Campo de golf, que ha asestado un golpe a una red china de cultivo de droga en Toledo. Se han incautado 4.300 plantas y han sido detenidas 12 personas. Entre los arrestados hay ciudadanos vietnamitas que actuaban como mano de obra barata de los cabecillas chinos. Fuentes de la investigación informan a EL ESPAÑOL de las condiciones de explotación en las que vivían estas personas: apenas 500 euros al mes y dos sacos de arroz a la semana a cambio de no poder salir del domicilio para ocuparse a tiempo completo de las plantaciones ilegales.
Pese a todo, estas fuentes consultadas apuntan a que estas estas redes chinas tienen candidatos de sobra para trabajar en esa situación de semiesclavitud laboral. Para muchos ciudadanos de países asiáticos es un salario que en sus lugares de origen les costaría mucho más tiempo conseguir, quizá en circunstancias no muy diferentes. En este caso permanecen cerca de un mes en un laboratorio de droga y después se les rota a otros domicilios de la red, con presencia en multitud de países.
En casas okupas
Para ello utilizaban documentación falsa. Los agentes que han participado en los registros se sorprendieron cuando, entre la documentación falsificada incautada a los detenidos, encontraron pasaportes de Irlanda del Norte. También había uno de Japón y el resto eran chinos. Apuntan los expertos en la lucha contra este tipo de delitos que la mano de obra barata esta es una de las principales razones por las que la mafia china ha entrado de lleno en el cultivo de droga en laboratorios, muchas veces instalados en casas okupadas ilegalmente.
Cada vez son más las operaciones contra redes que tienen en el gigante asiático a sus cabecillas. De hecho, la Guardia Civil ya busca más casas con cultivos de droga relacionadas con esta mafia de Toledo. Uno de los registros practicados en el marco de este operativo ha tenido lugar en Añover de Tajo (Toledo) donde tenían una casa. Cuando llegaron los agentes comprobaron que ya estaba todo listo para instalar otro de estos laboratorios con capacidad para cultivar 16.000 plantas al año.
Las fuentes consultadas no se atreven a dar una cifra de cuánto dinero podrían recibir en el mercado de la droga por tal cantidad, pero no ocultan que se trataría de una suma elevada. En este caso además contaban con un alto nivel de THC, el principio activo de la droga por lo que el producto es más caro. Las plantas eran reproducidas mediante esquejes que ellos mismos realizaban. La Operación Campo de golf -bautizada así por el nombre de la urbanización en la que se encontraban los dos laboratorios de droga- ha golpeado en concreto al almacén que la mafia china tenía en Toledo. El procedimiento consistía después en transportar esa droga a diversos países de Europa para su comercialización. Las fuentes consultadas creen, por tanto, que no iba a ser distribuida por España.
Entre 58 y 31 años
Los doce detenidos tienen edades comprendidas entre 58 y 31 años. Ocho de ellos, todos chinos han sido arrestados Añover de Tajo. Entre ellos hay una mujer. Los cuatro restantes cayeron en Layos (Toledo), localidad en la que estaban los laboratorios. En uno de los dos domicilios fueron detenidos dos ciudadanos vietnamitas y en el otro dos ciudadanos españoles, un hombre y una mujer que también trabajaban para la red, según los investigadores. Admiten estas fuentes que los cabecillas no están entre los detenidos de los cuales tres han ingresado en prisión. También se ha hecho un registro en Leganés, pero sin practicar ningún arresto.
Esta operación ha sido fruto de las pesquisas de la Guardia Civil, que no niegan haber contado con colaboración ciudadana. Explican que, en ocasiones, no había posibilidad de disimular el olor a marihuana que salía de las casas. Eso a pesar de que en las repisas de la ventana habían colocado multitud de ambientadores para tratar de ocultarlo. Por dentro de las casas, habían hecho obras y tirado tabiques, todo con el objetivo de lograr espacios diáfanos para las plantaciones.
Otro de los aspectos que ha llamado la atención de la Guardia Civil es el sofisticado sistema que establecieron para robar luz de un poste de la calle y no pagar el coste de tener constantemente encendidas las lámparas, los ventiladores y la refrigeración para el cultivo de las plantas. Estima el Instituto Armado que de ese modo defraudaron 36.000 en la factura de la luz. Para ello cavaron un túnel bajo tierra que unía la casa con el poste de red eléctrica. Cuando las autoridades recurrieron a los especialistas de la compañía para desinstalar el empalme, los expertos advirtieron del nivel de profesionalidad de la instalación ilegal.