La Audiencia Nacional ha desestimado el recurso contencioso-administrativo interpuesto por el teniente José Manuel Candón, uno de los heridos graves en el accidente ocurrido en el año 2011 en el campo de adiestramiento conocido como El Palancar, en Hoyo de Manzanares (Madrid), cuando manipulaban explosivos en preparación para participar en la misión en Líbano.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, rechaza la petición del teniente, de la Infantería de Marina, de recibir una indemnización en reconocimiento de la responsabilidad patrimonial del Ministerio de Defensa.
La Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional considera que las cantidades ya percibidas por el herido ya cubren el daño sufrido, "sin que se haya acreditado una insuficiencia de la reparación que deba ser cubierta por la vía del instituto de la responsabilidad patrimonial".
El teniente Candón ha explicado a Europa Press que, desde el accidente en el que fallecieron cinco compañeros, cobra una pensión mensual y recibió una compensación por un seguro colectivo al que se accede independientemente de que los daños se produzcan o no en acto de servicio.
Sin embargo, no ha recibido ningún tipo de indemnización pese a considerar responsable al Ministerio de Defensa. "Si te cae un rayo cobras esa misma pensión", ha lamentado apuntando a que los explosivos tenían que estar caducados o habérseles alargado la vida útil para provocar el accidente.
Pensión "irrisoria"
Según apunta, esta pensión es similar a la que le hubiera correspondido en servicio activo y, en menos de una década, "resultará irrisoria" en comparación con las retribuciones de los compañeros de su misma promoción "que podrán disfrutar en plenas facultades del desarrollo de sus hijos, su esposa, sus familiares y amigos".
"Hemos tenido que buscar en la Audiencia Nacional la Justicia que se nos niega en el Ministerio de Defensa, para el cual prestamos nuestros servicios y juramos hacerlo hasta derramar la última gota de nuestra sangre, como así ha sido", lamentó el teniente Candón en una carta remitida a la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal.
"Un infante de Marina jamás se rinde"
Con una minusvalía reconocida del 97 por ciento, Candón avisa de que no cejará en su propósito y recurrirá la sentencia de la Audiencia Nacional ante el Tribunal Supremo y todas las instancias superiores que sean necesarias. "Un infante de Marina jamás se rinde", apunta como declaración de intenciones.
Esta decisión de la Audiencia Nacional sigue la senda de las anteriores ya dictadas en las reclamaciones efectuadas por los familiares de los militares fallecidos, tres del Ejército de Tierra y dos de Infantería de Marina. "Las pensiones resultan irrisorias con arreglo a la pérdida de un ser querido en tan dramáticas circunstancias", denuncia en su misiva a la ministra, a la que no ha tenido respuesta.
Decisión de Morenés
El teniente Candón achaca la negativa a pagar una indemnización a una "decisión política" del anterior ministro de Defensa y ahora embajador en Washington, Pedro Morenés, y recuerda que, por ejemplo, el seguro para accidentes de tráfico reconoce una cuantía de 300.000 euros para casos de gran invalidez.
Además, pone ejemplos de anteriores sentencias en las que sí se reconoció el derecho al cobro de indemnización, como la de un guardia civil Tedax o la de un policía nacional en acto de servicio en un accidente con su vehículo.
"Sentimos la orfandad tutelar del Ministerio de Defensa y el abandono, pese a las buenas palabras de los momentos posteriores al fatídico suceso", continúa Candón después de ser además condenado por la Audiencia Nacional a pagar las costas del proceso.