La Sección Segunda de la Sala Penal cita a Mariano Rajoy para que declare como testigo el proximo 26 de julio a las 9.30 en el juicio del caso Gürtel de forma presencial.

Rajoy comparecerá en persona en el juicio de la Gürtel

El tribunal no admite la petición del presidente del Gobierno para que hubiera sido por videoconferencia. El presidente del Gobierno deberá comparecer físicamente en la sede de San Fernando de Henares.

Lo ha acordado el tribunal de tres magistrados que enjuicia la trama de corrupción del PP  y el auto cuenta con el voto particular del presidente del tribunal, Ángel Hurtado, para quien la declaración debía realizarse por videoconferencia.

Tomás Serrano

El tribunal rechaza todas las razones del presidente del Gobierno para no acudir a declarar de manera presencial al juicio. Entiende que el uso de una videoconferencia debe ser "sólo sacrificable cuando concurran razones que, debidamente ponderada por el órgano jurisdiccional, puedan prevalecer sobre las ventajas de la proximidad física y personal entre las fuentes de prueba y el tribunal que ha de valorarlas".

Para un tribunal, en una declaración no sólo importa lo que se dice sino los gestos, las miradas o el comportamiento del testigo para valorar su credibilidad.

El tribunal estima que el argumento de Rajoy de que la sala de vistas donde se está celebrando el juicio está suficientemente lejos como para tener que montar un despliegue importante de recursos económicos públicos. Sin embargo, el tribunal "no acierta a entender en qué consiste ese despliegue importante únicamente por el hecho de tener que desplazarse 18 kilómetros hasta la citada localidad".

En segundo lugar, el presidente del Ejecutivo y presidente del PP alegaba cuestiones de seguridad que hacía inconveniente su presencia en el juicio. Sin embargo, la Sala  "tampoco comprende esta manifestación cuando la seguridad de la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares cuenta con mayorías garantías que las que pueden ofrecer otras sedes empresariales o institucionales de la Comunidad de Madrid, sedes donde el testigo ha protagonizado actos y reuniones en otras ocasiones".

Mercados populares sí, tribunal no

También le recuerda, que él mismo ha acudido a mercados u otros foros populares donde ha protagonizado encuentros con los ciudadanos en campañas electorales.
Por último, Rajoy hacía referencia a su apretada agenda, sin embargo, el tribunal le recuerda que ésto "no es óbice para su comparecencia ante el tribunal en la fecha elegida por él mismo".
Con estos argumentos, la Sala obliga a Rajoy a que acuda ante el tribunal que está enjuiciando la trama de corrupción liderada por Francisco Correa. Allí se tendrá que ver las caras con su extesorero, Luis Bárcenas, que se encuentra sentado en el banquillo de los acusados. También estará el marido de su exministra Ana Mato, Jesús Sepúlveda, en su día uno de los hombres fuertes del partido.
Deberá dar su versión en razón a los cargos que tenía en el PP cuando se adjudicaban contratos a Correa a cambio de comisiones y regalos. Su testimonio será una colaboración con la justicia "en un acto ciudadano que se enmarca en la normalidad democrática y del Estado de derecho".
En el auto de citación, los magistrados señalan que la Audiencia Nacional "se sitúa en el mismo plano en cuanto a los poderes del Estado que el ejecutivo, por lo que la comparecencia personal de su representante máximo, en sana relación institucional, se ajusta a derecho".

"No entiendo el énfasis de mis compañeros"



La decisión de la Sala se ha acordado con el voto particular de su presidente, Ángel Hurtado, quien ya se opuso a que Rajoy declarara como testigo. Este explica que "no puedo compartir el énfasis de mis compañeros en el hecho de que el testigo comparezca como un ciudadano español no como presidente del Gobierno". A su juicio, su condición institucional es razón suficiente para acudir a la videoconferencia.
A su juicio, la videoconferencia  no debe ser considerada como algo "extraordinario". Para Hurtado, debe prevalecer el hecho de que ahora Rajoy es presidente del Gobierno y por tanto su posición institucional debe ser suficiente para que pueda declarar por videoconferencia. Entiende que da lo mismo qué papel o puesto tuviera en el momento de los hechos porque es ahora cuando tiene que declarar.
Hurtado no entiende que en otras ocasiones se haya permitido declarar por videoconferencia sin formular queja. Así, pone de ejemplo cómo se permitió a Artur Mas declarar con este método en el juicio que se celebró en la Audiencia Nacional por el asalto al Parlament. "Si entonces fue determinante para que así se operase la posición institucional, tampoco acabo de entender que ahora no se tenga en cuenta la condición institucional del testigo".
"No se deberían ignorar los notables efectos mediáticos y metajurídicos que tendría la comparecencia de un tan significativo testigo, como es el presidente del Gobierno, en la Sala de la Audiencia", subraya Hurtado.