Los compañeros de los dos policías nacionales asesinados en el atentado talibán de la embajada de España en Kabul en 2015 han reaccionado contra el embajador en la capital afgana. Los sindicatos UFP y la CEP piden su cese y estudian emprender acciones legales contra el diplomático después de que culpase a los agentes de los fallos de seguridad que facilitaron el asalto a la legación.
La Unión Federal de la Policía (UFP) tacha de “cobarde” el embajador Emilio Pérez de Ágreda y consideran “indispensable” su cese. EL ESPAÑOL desveló este lunes el escrito que presentó la Abogacía del Estado en representación del embajador para pedir el archivo de la causa en la que la Audiencia Nacional investiga al diplomático y su número dos por un presunto homicidio imprudente derivado de los fallos de seguridad previos al ataque. Aquel día murieron los policías Isidro Gabino San Martín y Jorge García Tudela.
Los compañeros de los policías de la embajada dicen ponerse “a disposición de sus familias para limpiar el buen nombre y el buen trabajo realizado por Isidro, Jorge y el resto de compañeros que han trabajado y trabajan en Kabul en condiciones deplorables para que el Embajador, ese cobarde que en vez de asumir responsabilidades acusa a los policías del atentado y el resto de españoles allí destinados, se sientan seguros”.
Este martes EL ESPAÑOL publicó una entrevista con las dos viudas de los agentes asesinados en la que replicaban al embajador acusando de “indigno” su argumento y de “echar la culpa a los muertos que no pueden defenderse”.
En la misma línea que la UFP se ha manifestado la Confederación Española de la Policía (CEP), que ha calificado las alegaciones de los diplomáticos. “No hacen ningún bien a los policías y familiares de los asesinados. Son temerarios y llenos de frivolidad. Los talibán asesinaron a dos policías nacionales por proteger la embajada y a sus trabajadores”, sostiene el secretario general de este colectivo Antonio Labrado.
A su juicio, “el Ministerio de Asuntos Exteriores debe de asumir su responsabilidad en esta situación”. “Se remitieron varios informes por parte de los policías de seguridad de la legación diplomática en en el cual informaban de las deficiencias en materia de seguridad que padecía la embajada”, zanja. Por todo ello, asegura que ha remitido las alegaciones del embajador a su gabinete jurídico para que estudie la viabilidad de una posible denuncia al embajador.