Hace 14 años protagonizó uno de los sucesos que más impactaron en la sociedad madrileña. Noelia de Mingo, una médico de la Fundación Jiménez Díaz, apuñaló, a causa de un brote esquizofrénico, a varias personas en los pasillos del centro sanitario, matando a dos compañeros y una paciente.
De Mingo fue condenada a 25 años de internamiento psiquiátrico pero ya se considera que está rehabilitada de su esquizofrenia.
Ahora, la Audiencia Provincial de Madrid ha concedido tratamiento ambulatorio acompañado de la medida de custodia familiar por parte de su madre para Noelia de Mingo como refleja el escrito de la Ejecución y Vigilancia Penitenciaria.
Hay tres informes de expertos en psiquiatría y uno de una trabajadora social que avalan la puesta en libertad de la interna, que, como recogía el escrito de la Fiscalía, ha evolucionado de forma favorable, es consciente de su enfermedad y no tiene riesgo de dejar el tratamiento.
La fiscal exponía que, desde 2014, ha disfrutado de salidas terapéuticas "sin incidencias", con apoyo familiar y control psiquiátrico. Esas salidas han ido aumentando progresivamente.
Pide, eso sí, que se cumplan las condiciones en las que se han realizado las salidas terapéuticas, con informe semestral a la Audiencia del seguimiento médico y familiar realizado "con el fin de garantizar la seguridad de las víctimas".
Y que se garanticen los derechos de las víctimas acordándose las medidas necesarias para su protección.