Según el guion previsto, la moción de censura contra Cristina Cifuentes no prosperó. La candidata de Podemos a presidir la Comunidad de Madrid, Lorena Ruiz-Huerta, solo consiguió el respaldo de los 27 diputados de la bancada morada. Sin embargo, el debate sirvió para escenificar de nuevo la guerra sin cuartel que existe entre PP y Podemos.
La primera parte del debate de moción de censura contra Cristina Cifuentes ha sido una bronca en bucle donde PP y Podemos aireaban en público la peor parte de sendas hemerotecas. Quedaban quince minutos para que dieran las once de la mañana cuando el consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, pidió intervenir en el pleno. Ya había agotado su turno el portavoz de Podemos, Ramón Espinar, que dedicó su tiempo a acusar a la presidenta madrileña de pertenecer a la misma "charca" que Esperanza Aguirre. La presidenta de la Asamblea, Paloma Adrados, dio la palabra al miembro del Ejecutivo tras las críticas de diputados de Podemos y del PSOE, que pedían que el Ejecutivo respondiera el último.
En un tono socarrón y sarcástico, la mano derecha de Cifuentes empezó su intervención saludando a la portavoz de Podemos en el Congreso de los Diputados, Irene Montero, sentada en la tribuna de invitados. "Su familia y la mía son del mismo pueblo, y eso une", ironizó. Garrido reprochó a los de la formación morada que lancen una moción de censura y "no quieran que intervenga el Gobierno". A su juicio, Podemos ha concebido este instrumento única y exclusivamente "como una fiesta de presentación en sociedad" de su candidata "donde ha invitado a sus amigos".
El consejero madrileño denigró a la candidata de Podemos que aspira a arrebatar la Real Casa de Correos calificando esta moción como su "puesta de largo". Una expresión "tan arcaica, tan de otro tiempo, no es mía, es suya señor Espinar", reprochó Garrido. En esta "fiesta de presentación no abunda la juventud, salvo la de doña Irene", continuó Garrido, que dijo a López-Huerta que tras este pleno "se nos va a hacer mayor políticamente hablando".
Garrido reprochó a los de Podemos que "las fiestas de puesta de largo se las paga uno mismo y no se paga con dinero público, que es lo que la señora Ruiz-Huerta está haciendo ahora mismo". Para el Ejecutivo de Cifuentes, la moción de censura "es un espectáculo de feria más, una auténtica feria de las vanidades". Tras la intervención del consejero, tomó la palabra el diputado de Podemos, Jacinto Morano, que recordó a Garrido que "por mucho que usted haga el payaso no va a conseguir convertir estas cámara en un circo".

Una opción fallida

Fue casi al mediodía cuando la candidata propuesta a sustituir a Cristina Cifuentes tomó la palabra. Fue el momento en el que la mayoría de los diputados de la Asamblea aprovecharon para hacer un receso. Lorena Ruiz-Huerta afeó al consejero de Presidencia el tono y las formas utilizadas contra su persona y a continuación desmenuzó el programa de gobierno que le gustaría desarrollar si la mayoría de la Cámara aceptase su candidatura. Una opción que ya sabe que no va a fructificar porque Podemos no ha conseguido reunir el apoyo de la mayor parte de la Cámara, imprescindible para sacar al PP del Gobierno regional. 
Para Ruiz-Huerta es necesaria una "profunda reforma" de la Administración que debe comenzar por la "regeneración" de altos cargos de la Administración y para ello propone limitar los mandatos de representantes electos y miembros del Gobierno y eliminar los aforamientos de los parlamentarios, así como prohibir las puertas giratorias; que un diputado no pueda ser alcalde ni concejal e imponer primarias a todas las formaciones políticas. 
La diputada de Podemos habló largo y tendido sobre la corrupción del PP, "un problema estructural, sistémico e institucional" y colocó a Cifuentes en el epicentro de ella. "Mientras era responsable de Garantías del PP, tuvo conocimiento de algunas de estas tramas. José Luis Peña, concejal de Majadahonda, le avisó de la Gürtel. Pero ella se limitó a sugerir a su confidente que guardara ese caso en la nevera".

"POR IMPERATIVO ÉTICO"

El debate lo inauguró a las diez de la mañana el portavoz regional de Podemos, Ramón Espinar, en una intervención donde ya adelantaba que la moción de censura que su partido ha presentado contra Cristina Cifuentes será fallida. "Presentar esta moción es un imperativo ético. No hemos venido a echar números, ya nos gustaría que nos salieran los números, pero probablemente no va a ser así". El senador explicaba que presentan esta moción para "defender la democracia que vincula a todos los demócratas y a todos los patriotas de nuestro país". 
La candidata de Podemos a presidir la Comunidad de Madrid llegó a la Asamblea de Madrid acompañada de los líderes nacionales de su partido: Pablo Iglesias, Irene Montero, Pablo Echenique, Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero, que recibieron un aluvión de críticas desde la tribuna de oradores por parte del consejero de Presidencia, Ángel Garrido. A la entrada al Hemiciclo regional, todos reivindicaron la necesidad de utilizar este instrumento democrático para hacer balance de la situación del Partido Popular que, en su opinión, es insostenible.
 
La presidenta de la Comunidad había decidido intervenir en el pleno, pero finalmente declinó hacerlo cuando Ramón Espinar acusó a su portavoz, Enrique Ossorio, de haber sido cómplice del saqueo del Canal. El aludido pidió a la presidenta que el de Podemos retirara la palabra, pero no lo hizo. Fue el momento en el que toda la bancada azul abandonó el Hemiciclo hasta la hora de votar.