Pedro Luis Gallego, conocido como el violador del ascensor y más recientemente como el violador de La Paz, ha sido detenido por cuatro agresiones sexuales, dos de ellas en grado de tentativa porque sus víctimas lograron escapar tras forcejear con el agresor. Según informan a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación, una de las violaciones que sí logró perpetrar hasta el final fue sobre una joven menor de edad de 17 años.
En todas las ocasiones, el violador se trasladaba con su coche a las inmediaciones del hospital madrileño de La Paz, localizaba a su objetivo -siempre chicas jóvenes entre los 17 y los 20 años-, les seguía con el auto hasta que a un distancia de seguridad para él se acercaba y le apuntaba con una pistola. Después le obligaba a meterse en el coche y se las llevaba a otro punto de la ciudad donde acometía la agresión sexual. Finalmente dejaba a sus víctimas en un tercer punto de la ciudad.
La misma persona
La Policía llegó a la conclusión de que el violador de la Paz y el violador del ascensor eran la misma persona a medida que avanzaron sus pesquisas. El agresor siempre se ubicaba en la calle Arzobispo Morcillo, cerca del centro hospitalario. Tras las dos primeras denuncias en la zona, los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia y cámaras. También se analizó la geolocalización de los teléfonos móviles.
Después de una serie de investigaciones, la UFAM identificó a Pedro Luis Gallego, excarcelado en 2013 tras la derogación de la doctrina Parot. De seguir vigente esa medida (que endurecía las condiciones para reducir condenas) este agresor sexual seguiría preso hasta el año 2022.
Vivía con su familia
Las fuentes consultadas precisan que su arresto se produjo el miércoles por la mañana en el domicilio de Segovia en el que vivía junto con varios familiares. La operación ha corrido a cargo de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Madrid bajo la dirección del Juzgado de Instrucción Número 15 de Madrid.
La Policía sorprendió a Pedro Luis Gallego saliendo de su casa. Cuando los agentes le dieron el alto, el sospechoso no ofreció ningún tipo de resistencia. “Se limitó a agachar la cabeza”, explican fuentes de la investigación. Tras su arresto se procedió a registrar su casa y ya por la tarde se le trasladó hasta la sede de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Previsiblemente pasará mañana viernes a disposición judicial.