De Pablo Iglesias a Pedro Sánchez: los Congresos decisivos del PSOE
El PSOE celebra su 39º Congreso Federal. Repasamos los que han marcado la historia del partido, desde el primero, en 1888, hasta hoy.
16 junio, 2017 15:23"La actitud del Partido Socialista Obrero con los partidos burgueses, llámense como se llamen, no puede ni debe ser conciliadora ni benévola, sino de guerra constante y ruda". Así comenzaba Pablo Iglesias el I Congreso Federal del PSOE en 1888.
Desde entonces hasta este sábado, en que se abre el 39º Congreso, el partido ha tenido de todo: cónclaves en el exilio, escisiones, redefiniciones y ahora la necesidad de reafirmarse como "la izquierda".
El congreso que corona a Pedro Sánchez se celebra en Madrid, ciudad que más Congresos Federales ha albergado: un total de 22. Una ciudad francesa, Tolouse, es la segunda ciudad donde el PSOE ha celebrado más congresos, en total diez. Y es que los socialistas tuvieron que celebrar doce cónclaves en el exilio desde que acabó la Guerra Civil hasta la caída de la dictadura.
El último que se celebró en territorio francés fue el Congreso de Suresnes, que aupó a Felipe González como secretario general, confirmando así la victoria de la corriente renovadora dentro del PSOE.
Congreso Federal vs Congreso Extraordinario
Los socialistas empezaron sus Congresos en Barcelona y han pasado también por Bilbao, Valencia -en dos ocasiones-, Gijón y Sevilla, que acogió el último, celebrado en 2012, el que Alfredo Pérez Rubalcaba ganó por poco a la tristemente desaparecida Carme Chacón.
Pedro Sánchez se hizo por primera vez con la secretaría general en un Congreso Extraordinario convocado por Rubalcaba tras la debacle en las elecciones europeas de 2014. En total, el PSOE ha celebrado ocho Congresos Extraordinarios. Entre ellos, destaca el de 1979, cuando Felipe González consiguió orientar el partido hacia la socialdemocracia.
EL ESPAÑOL hace un repaso por los Congresos más decisivos en la historia del PSOE.
Los comienzos con Pablo Iglesias
En el primer Congreso Federal, el PSOE aprobó su programa, en el que clamaba contra los burgueses y llamaba a promover las huelgas de la recién creada UGT. "El ideal del Partido Socialista Obrero es... la abolición de todas las clases sociales y su conversión de una sola de trabajadores", concluía el documento. Pablo Iglesias sería reelegido presidente hasta su muerte en 1925.
En 1931 el PSOE apoya la II República y llega a su primera toma de contacto con el poder. Forma un gobierno de coalición con los republicanos en el que se incluye a tres ministros socialistas: Largo Caballero, Indalecio Prieto y Fernando de los Ríos. Tras la Guerra Civil, el PSOE es ilegalizado y sobrevive en la clandestinidad.
Treinta años en el exilio
El PSOE celebró su primer cónclave en el exilio en 1944. Rodolfo Llopis se proclamó secretario general en el 14º Congreso Federal y presidente del Gobierno de la República en el exilio tres años más tarde. Llopis fue líder del partido durante 26 años pero su predicamento fue diluyéndose cuando los socialistas se empezaron a organizar en España. En 1972, el partido se rompió en dos.
La guerra interna entre los renovadores y los políticos en el exilio provocó una ruptura: Llopis fundó el PSOE Histórico mientras que el ala renovadora tomó el control del partido con el apoyo de la Internacional Socialista y de François Miterrand. El que años más tarde se convirtió en presidente de Francia fue en persona a dar su apoyo a Alfonso Guerra y a Felipe González, líderes del grupo de Sevilla.
González se alzó con la secretaría general en el Congreso de Suresnes en 1974 y retomó la posición ideológica más izquierdista, la de su fundador: "El PSOE, cuya aspiración es la conquista del poder político y económico por la clase trabajadora y la radical transformación de la sociedad capitalista en sociedad socialista...", rezaba la Resolución Política.
El nuevo PSOE de Felipe González
En 1976 los socialistas celebraron su primer cónclave en España tras la caída de la dictadura pero siendo todavía una formación ilegal. No sería hasta el año siguiente cuando se legalizara el partido, que aceptó la monarquía como forma de Estado, renunciando así a sus raíces republicanas.
Poco después Felipe González conseguiría su objetivo de redefinir el partido como 'social democrático', a la estela de los socialistas franceses y alemanes. Para ello, primero tuvo que dimitir al rechazarse en el Congreso Federal de 1979 su apuesta por renunciar a la condición marxista del PSOE, pero cuatro meses después volvió al poder. Era el comienzo de la etapa más exitosa del socialismo español.
La llegada de Zapatero
Tras la derrota del PSOE y la salida de Felipe González del Gobierno los socialistas perdieron poder bajo el liderazgo de Joaquín Almunia. La derrota en las elecciones del año 2000 generó una nueva división interna.
Esta vez los felipistas, que apoyaban a José Bono, perdieron por la mínima ante la Nueva Vía de jóvenes que apoyaron a José Luís Rodríguez Zapatero en el 35º Congreso Federal. Bono ofreció su apoyo al por entonces casi desconocido diputado por León. Cuatro años más tarde, Zapatero se proclamaría presidente del Gobierno.
Emerge la figura de Pedro Sánchez
Tras la aplastante derrota socialista en las elecciones de 2012, Alfredo Pérez Rubalcaba llegó a la secretaría general. Fue en el 38º Congreso Federal. El exvicepresidente del Gobierno sólo duró dos años al frente del PSOE. Los malos resultados de las elecciones europeas le llevaron a dimitir y a convocar un Congreso Extraordinario en el que fue elegido Pedro Sánchez, apoyado por la cúpula del partido.
El resto es historia muy reciente. Pedro Sánchez dimitió tras el famoso Comité Federal del 1 de octubre y ahora se presenta al 39º Congreso Federal tras vencer en las primarias a Susana Díaz y el aparato del partido.