Podemos podría concurrir a las autonómicas de 2019 en Madrid con otro nombre, una decisión que perseguiría un doble efecto electoral. Por una parte, reforzar la idea de aluvión y convergencia de varios partidos y movimientos sociales. Por otra, prescindir de una marca muy vinculada a la figura de Pablo Iglesias y a posiciones radicales que causan rechazo en una comunidad en la que tradicionalmente ha primado el voto moderado.
En Podemos se fijan en el modelo de éxito de Ahora Madrid. Hay que tener en cuenta, además, el peso de la capital para arrastrar el voto en la región. Por tanto, si en la pasada campaña fue Manuela Carmena quien tuvo que arrimarse a Pablo Iglesias para reforzar su candidatura, dos años después la música ha cambiado y es Podemos el que pretende a la alcaldesa como pareja de baile.
Con Íñigo Errejón de candidato, que ya se deja ver en actos regionales e incluso baila chotis, Podemos tendrá una cabeza visible mucho más mediática que en los pasados comicios, pero creen que eso "no bastará" para batirse con Cristina Cifuentes. La victoria, asegura un dirigente de la formación, pasa por construir un sucedáneo de Ahora Madrid, que les permita dar cobijo a los votos de Izquierda Unida, Equo, Ganemos y el resto de movimientos sociales que integraron el 15-M.
La 'fórmula Carmena'
Además, en este punto, no parece haber discusión entre las distintas familias que componen el partido de los círculos. "Ya se acordó en los documentos de nuestras primarias a la Comunidad que buscar la unidad popular era un objetivo importante", añade la misma fuente.
Los errejonistas, encabezados por el propio exportavoz y Rita Maestre, mano derecha de Carmena en el Ayuntamiento, tampoco ven con malos ojos desdibujar el nombre de Podemos cuando lleguen las urnas. Gracias a eso, "el Gobierno del cambio" pudo alcanzar el Palacio de Cibeles.
Hacia la "unidad popular"
"El objetivo es conseguir la unidad popular, incluso más allá del ámbito electoral", explican las fuentes consultadas. Esa "unidad popular" tan mencionada en Podemos sobrepasaría la fórmula "Unidos Podemos" que, a grandes rasgos, sólo pasaba por integrar a la formación morada con Izquierda Unida.
Pero esta decisión, la de unir fuerzas, deberá contar, como es lógico, con el "sí" del resto de plataformas, Izquierda Unida y Ganemos. Un portavoz de estos últimos también apuesta por esa vía, como ya hicieron hace dos años en las municipales. Eso sí, sólo aceptarán siempre y cuando haya unas primarias limpias: "No queremos saber nada de arreglos de despacho. Podemos ya vio en 2015 que es mucho mejor competir unidos".
"Primarias y punto"
Para Ganemos es una cuestión de formas: "Primarias y punto. Nosotros no vemos con malos ojos a Errejón. Pero, incluso aunque no nos gustara, ¿qué más da? Ellos saben que ganaría de calle en ese proceso por ser el más conocido. Que cumplan".
Las negociaciones están en un estado incipiente y todavía no se ha aclarado si cada partido decidirá en primarias su candidato a las primarias que, a su vez, incluiría a los ganadores de cada plataforma: "Es una opción, pero ni siquiera se ha comentado ese punto. Es muy pronto".
Comunidad y Ayuntamiento, una balanza
Esta vez, las listas de la Comunidad y el Ayuntamiento funcionarán a modo de "balanza", relata un dirigente. Si Errejón copa el liderazgo de esa posible candidatura de unidad popular a nivel regional, el candidato a la alcaldía deberá ser o Carmena u otra persona independiente, alguien que no forme parte de la organización morada, capaz de unir todas las voluntades.
En una carrera no sin bandazos, Podemos y Ganemos reconocieron en enero de 2015 haber llegado a un acuerdo para ir juntos a las elecciones municipales. Aquella fórmula terminó por integrar a toda esa "izquierda del cambio", que terminó por vestirse de verde y llamarse Ahora Madrid. Errejón ya busca replicar el modelo Carmena.