Noche del sábado en Madrid. En el 39 Congreso Federal que elegirá a Pedro Sánchez como secretario general del PSOE sigue su trámite con la destacada ausencia de la gran derrotada, la baronesa Susana Díaz. Ella está celebrando su propio cónclave en la terraza de un restaurante de Madrid junto a la mayor parte de la federación andaluza que ella encabeza. Subida en una silla se dirige a sus compañeros y verbaliza: “En las primarias me han dado a mí una hostia”.

SusanaDiaz



Lo reconoce abiertamente, pero arropada por un grupo de fieles que la vitorean. Está en su ambiente. Con su gente. Antes de empezar su improvisado mitin, Susana Díaz reclama la presencia de sus más leales compañeros: su número dos en el PSOE andaluz, Juan Cornejo; al ex miembro de la gestora, Mario Jiménez, y los ochos secretarios generales, entre ellos, a Verónica Pérez, a la que se dirige en tono de broma como la “máxima autoridad”, como ella misma se proclamó durante el derrocamiento de Pedro Sánchez.



Una vez que todos están reunidos frente a ella, comienza su mitin admitiendo su gran derrota: “En las primarias me han dado a mí una hostia”. Pero su tono es conciliador. Se dirige a ellos después del breve encuentro que mantuvo con el nuevo secretario general -al que no cita por su nombre en ningún momento de la grabación-, y les pide que “elija lo que elija” [en referencia a la composición de la Ejecutiva federal] ahora toca “arrimar el hombro”.

Asegura que en este congreso, el PSOE de Andalucía ha venido a “ayudar, a aportar y a dar lo mejor”. Cuenta a sus compañeros que le ha trasladado a Pedro Sánchez que los andaluces socialistas “no tenemos pretensiones” y que “lo único que queremos hacer es cooperar, y sólo lo sabemos hacer trabajando y ganando elecciones”. Momento en el que le han gritado: “¡Qué grande eres!”, acompañado de aplausos.



Susana Díaz agradece el apoyo prestado a los ocho secretarios generales y pide a los miembros de su federación que se sientan “orgullosos”. “Somos un equipazo y eso no debe ser un motivo de complejo”, ha dicho al tiempo que recordaba que “el pulmón del PSOE de España es el PSOE de Andalucía”. Por ello, ha animado a sus compañeros a ganar el congreso regional del próximo 29 de julio “para volver a ganar en Andalucía”.



CÓNCLAVE REGIONAL



La baronesa andaluza también ha sido la protagonista dentro del 39 Congreso Federal del PSOE por ser, como ella reconocía, la gran derrotada. Pero ha cumplido su palabra de no hacer ruido durante el cónclave –demasiado ausente, incluso-, aceptar la Ejecutiva de Pedro Sánchez y no reclamar cuotas a cambio de un congreso regional tranquilo en el que pueda revalidar su liderazgo en Andalucía.



Desde la noche del 21 de mayo, cuando perdió las primarias, la baronesa socialista ha intentado pasar página y se ha atrincherado en Andalucía, donde gobierna y controla al PSOE-A desde noviembre de 2013. Susana Díaz no quiere perder poder y su nueva hoja de ruta ya está en marcha: hace días promovió una profunda crisis de Gobierno para impulsar nuevas acciones políticas y ahora es el turno de consolidarse como secretaria general.

Este mismo lunes comienza en Andalucía el proceso congresual con la apertura del plazo para la presentación de precandidaturas a la secretaría regional. Fue la propia Susana Díaz quien precipitó la convocatoria de este cónclave para finales del mes de julio con el fin de evitar que los sanchistas andaluces tuvieran margen para rearmarse y disputarle un liderazgo que desde el 21-M no es tan incontestable.

Dicho y hecho. Este lunes, justo un día después de cerrarse la Ejecutiva federal, el PSOE-A pone en marcha su maquinaria. Desde el equipo de Pedro Sánchez descartan plantar batalla alguna en Andalucía auspiciando una candidatura alternativa a Susana Díaz, pero tampoco pueden evitar que cualquier militante se presente, una posibilidad que no descartan las plataformas críticas andaluzas.

Para presentar esa hipotética precandidatura el plazo es breve: desde este lunes y hasta el martes a las 12 horas; y en el proceso de primarias tendría que presentar 4.850 avales, un 10% del censo que suma unas 49.000 personas. Aunque con estas condiciones parece más que improbable que Susana Díaz tenga rival, lo que sí es una realidad es que los sanchistas no le cederán el espacio conquistado hasta ahora en Andalucía: más de un 30%.

Por ello, y posiblemente por la falta de tiempo para presentar una alternativa viable para el congreso regional, el sector crítico está preparando su asalto a los cónclaves provinciales que se celebrarán tras el verano. Fuentes consultadas por este periódico dan por hecho que habrá batalla en buena parte de las provincias andaluzas, cuyos secretarios generales apoyan sin fisuras a Susana Díaz.

SIN INTEGRACIÓN ‘SUSANISTA’



Mientras esto ocurre, los sanchistas andaluces sí han dado el salto a Ferraz. Pedro Sánchez ha aprendido de los errores y todo su equipo está formado por personas de su máxima confianza, sin la integración de un solo susanista. Susana Díaz queda en una posición de debilidad: no tendrá ojos ni oídos en el principal órgano federal del partido y en Andalucía ha resurgido un espíritu crítico hasta ahora adormecido por su poder.

El susanismo habría protestado con los votos ante esta radical falta de integración. El segundo equipo de Pedro Sánchez ha contado con el respaldo del 70,50% de los delegados (674 votos favorables, 271 en blanco y 11 nulos), uno de los apoyos más bajos obtenidos en un cónclave federal. Según fuentes de Ferraz, la “mayoría” de estos votos en blanco pertenecen a los representantes del PSOE-A que encabeza Susana Díaz, que sí habría votado a favor.

Pedro Sánchez, en cambio, sí ha premiado a los sanchistas andaluces con cargos en su Ejecutiva y otros órganos federales. Entre los nombres destacan dos íntimos enemigos de Susana Díaz: Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, nuevo Secretario de Política Institucional y Administración Pública, responsabilidad que compatibilizará con su cargo en el Gobierno andaluz; y Francisco Toscano, alcalde de Dos Hermanas y nuevo presidente del Comité Federal.

Ambos sevillanos han apostado por Pedro Sánchez no sólo durante este proceso de primarias, sino desde antes, cuando éste era aún un desconocido. Celis ha desempeñado la labor de director de Estrategia y Comunicación y le ha abierto las puertas para conquistar Andalucía; mientras que Toscano organizó el acto en el que anunció que intentaría recuperar el trono socialista.

Otro fichaje estrella de Pedro Sánchez fue el de la cordobesa Carmen Calvo, exministra de Cultura y exconsejera del Gobierno andaluz de Manuel Chaves, que ocupa la Secretaría de Igualdad. La onubense María Luisa Fonseca, que demostró su fidelidad al sanchismo cuando fue la única andaluza que no dimitió de la Ejecutiva federal en aquel polémico congreso del 1 de octubre, es la nueva secretaria de Pesca. El resto de nombres andaluces con responsabilidades en el equipo de Pedro Sánchez son: el militante socialista de Dos Hermanas Francisco Salazar, secretario de Acción Electoral; la exsenadora gaditana María Jesús Castro, secretaria de Mayores; el alcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez Salas, es el nuevo secretario de Dinamización Social; el malagueño Ignacio López, secretario de Movimientos Sociales; y el exalcalde de Almería Fernando Martínez, secretario de Memoria Histórica.

En otro puesto destacado está el gaditano Rafael Román, el exdiputado nacional y exconsejero de la Junta es el presidente del Comité de Ética y Garantías.

Sólo en el Comité federal, un órgano compuesto por 132 miembros, Pedro Sánchez ha integrado a algunos incondicionales del susanismo como su número dos del PSOE-A, Juan Cornejo; el presidente del Parlamento andaluz, el cordobés Juan Pablo Durán; el portavoz de la Cámara autonómica y ya exportavoz de la gestora, Mario Jiménez; la presidenta del PSOE-A y anterior presidenta federal del PSOE, Micaela Navarro; así como todos los secretarios provinciales andaluces.

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