El acoso mediático no amedrenta al ministro de Hacienda. Cristóbal Montoro se convirtió este lunes en el protagonista de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que aprobó el techo de gasto para 2018 tras las duras acusaciones que el entorno del exministro José Manuel Soria vierten sobre él. El círculo más cercano al exportavoz de Industria acusa directamente a Montoro ahora, más de un año después de su dimisión, de ser el responsable directo de que el canario decidiera finalmente salir del Consejo de Ministros cuando no supo explicar su firma en la naviera familiar con sede en un paraíso fiscal.
El ministro Montoro no se arrugó ante las acusaciones y, aunque no ha desmentido que la madre del exministro tuviera una cuenta en Suiza, aseguró que se mantendrá al frente de Hacienda hasta que así lo decida el presidente del Gobierno, que es la única persona que tiene potestad para apartarle de su puesto. ¿Por qué Mariano Rajoy mantiene la confianza a un ministro reprobado por el Congreso y que ha estado en el epicentro de grandes escándalos? A continuación, EL ESPAÑOL detalla cuatro teorías sobre por qué Cristóbal Montoro sigue manteniendo intacta la confianza de Mariano Rajoy.
La primera tesis que apuntala al ministro de Hacienda dentro del Gabinete de Rajoy es su pertenencia al clan de 'los sorayos', el nombre con el que se conoce al círculo de ministros más cercano de la todopoderosa vicepresidenta del Gobierno. Soria , por el contrario, forma parte del viejo G-8, el grupo de ministros más próximos al líder del PP. La guerra entre un bando y otro se recrudeció al final de la primera legislatura de mayoría absoluta de Rajoy y por el camino se ha cobrado algunas víctimas. Además de Soria, a quien el propio presidente del Gobierno dejó caer por sus propias contradicciones, Rajoy también apartó de su Gabinete a dos miembros más del clan de Soria.
Cuando formó Gobierno tras las elecciones de junio de 2016, el jefe del Ejecutivo apartó de sus funciones a José Manuel García Margallo y a Jorge Fernández Díaz, los dos amigos personales del presidente y miembros también del famoso G-8. De los ministros enfrentados con el equipo de Soraya Sáenz de Santamaría, Soria fue sin duda el que recibió el mayor castigo y ahora miembros del que fuera su Ejecutivo cuestionan las formas con las que el canario quiere vengarse de Montoro. "¿Por qué no contó lo de la cuenta de su madre cuando dimitió?", deslizan.
El exministro de Industria también tuvo grandes diferencias con la vicepresidenta, con la que se enfrentó por la regulación de las TDT. De hecho, el círculo de Soria ha revelado ahora que los abogados del Estado del Ministerio le decían que tenía que ejecutar la sentencia para no prevaricar mientras que Santamaría estaba en el lado de los grupos audiovisuales.
Datos fiscales filtrados
La segunda tesis que protege al ministro de Hacienda en el Consejo de Ministros es que Montoro maneja información sensible sobre los datos fiscales de todos los contribuyentes, incluidos los compañeros de su gabinete. A pesar de que el ministro de Hacienda incide en que él no puede filtrar ningún dato porque estaría cometiendo una ilegalidad, no son pocos los casos en los que el dedo acusador le ha apuntado directamente a él: la expresidenta Esperanza Aguirre, el expresidente José María Aznar y el cerebro de Podemos, Juan Carlos Monedero, le señalan directamente a él de filtrar sus datos.
Los enemigos del responsable de Hacienda son conscientes de que en su haber están los datos de los amnistiados en 2012 y temen que pueda utilizarlos en contra de aquellos que hubieran regularizado su situación fiscal en la peor época de la crisis.
La tercera hipótesis por la que Montoro sigue al frente de Hacienda es porque Mariano Rajoy considera que es un ministro competente. Prueba de ello es que, a pesar de llevar semanas encadenando escándalos, es el ministro que está negociando con los demás partidos políticos el techo de gasto, el paso previo a aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2018.
"¿Para qué estamos en política?"
Preguntado este lunes por si se sentía más cuestionado que nunca, el ministro reprobado por el Congreso ha ironizado con que difícil fue sobrevivir al año 2012, cuando España estuvo al borde del rescate. "Benditos sean estos frentes en comparación con aquellos", añadió. "¿Para qué estamos en política? ¿Para levantarnos por la mañana a ver cómo nos sentimos o para ver que en España baja el paro? Yo estoy para lo segundo", remató.
La cuarta y última teoría que avala la tesis de que Rajoy no dejará caer a Montoro es que en todo equipo se necesita un 'poli malo' que desvíe la atención de lo realmente importante. En otras palabras: mientras el ministro de Hacienda siga acaparando portadas y escándalos, los medios de comunicación seguirán poniendo el foco de atención en su debilidad o en su fortaleza y dejarán de lado otros temas más relevantes. Como, por ejemplo, por qué el presidente del Gobierno no ha llamado al líder de la oposición, Pedro Sánchez, hasta horas antes de que éste se vea con el Rey Felipe VI o si el Gobierno en minoría será capaz de sacar adelante el techo de gasto como paso previo a aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2018.