Primer acto: Parlamento de Cataluña. Segundo acto: Teatro Nacional de Cataluña (TNC). La puesta en escena de la ley del referéndum de autodeterminación de Cataluña se celebró en dos partes. Y aunque la primera se planteó como evento político, tuvo tanta vis teatral como la segunda.

El TNC fue escenario de la traca final de una jornada organizada por y para independentistas. Bajo el título “Garantías para la democracia. Por un referéndum legal, efectivo y vinculante”.

Pocas esteladas, pero muchos cargos municipales de Junts pel Sí en el auditorio del Teatre Nacional, lleno hasta la bandera –950 personas dentro, mientras un buen grupo siguió el acto desde fuera-. Entre el público se encontraban los dirigentes de la CUP.

LLACH, MAESTRO DE CEREMONIAS

Ejerció de maestro de ceremonias el diputado/cantante Lluís Llach,acompañado del resto de miembros del grupo parlamentario y de todos los consejeros del Ejecutivo catalán, con Carles Puigdemont y Oriol Junqueras al frente. Ausencia llamativa del ya exconsejero Jordi Baiget, que cayó del reparto por cuestionar el 1-O. A modo de atrezzo, el mapa de Cataluña formado por urnas de metacrilato.

Mientras Marta Rovira (ERC) y Jordi Turull (PDeCAT) ejercían de teloneros, reiterando las explicaciones dadas por la mañana en la Cámara catalana, dándose paso mutuamente a modo de falso coloquio. Mientras, un público entregado a la causa aplaudía y gritaba “independencia” y “votaremos” cuando se aludía al sí en el referéndum y a un “Estado que tiene miedo a la democracia”, y abucheaba ante la posibilidad del no.

"ATAQUES DEL ESTADO CONTRA LA DEMOCRACIA"

Después hablaron los protagonistas de esta función. Junqueras se refirió a los “ataques del Estado contra la democracia” y al 80% de catalanes que, según dice, quieren votar en un referéndum, lo que da legitimidad a este ejercicio del derecho a decidir. El líder de ERC ha invocado los derechos humanos en general y el derecho a la autodeterminación, en particular.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha dicho que el 1-O habrá “un voto decisivo que respetaremos, que cambiará cosas”. Ha sentenciado que tanto la participación como el resultado “no depende de ningún poder, no hay poder español que pueda actuar contra las personas”. Ha admitido, no obstante, la existencia de “riesgos” de los que “sabemos las consecuencias”, en alusión a las inhabilitaciones de altos cargos por la consulta del 9N. “Pero desertar de la democracia, resignarnos, tiene un precio todavía más alto y duradero”, ha manifestado.

"NO HABRÁ CHOQUE DE TRENES"

“El 1 de octubre no habrá choque de trenes, habrá un tren en vía muerta y otro que seguirá su marcha, aunque salga el no”, ha augurado el dirigente convergente. Himno de Els Segadors y telón.

Entre actos, la oposición tildaba al mediodía de “performance” la presentación parlamentaria de una ley del referéndum, en la que no ven asomo de garantías jurídicas. PSC, Ciudadanos, PP y CSQP hicieron mutis por el foro y no acudieron a la puesta en escena parlamentaria que tuvo lugar por la mañana. Solo dirigentes díscolos de los comunes –Jessica Albiach, Joan Josep Nuet y Albano Dante Fachín— atendieron las explicaciones dadas por los independentistas.