Terrenos sin valor de mercado y protegidos desde hace más de 20 años tras el descubrimiento de yacimientos arqueológicos sirvieron para desviar 27 millones de euros de las cuentas de Caixa Galicia. Según la investigación que mantiene abierta la Audiencia Nacional, el dinero fue a parar en forma de crédito a las cuentas de dos sociedades, ahora bajo sospecha. En teoría, los fondos debían ser empleados en la cancelación de una hipoteca y la compra de siete fincas en la zona de Roquetas de Mar. Pero en realidad y según la tesis de la Audiencia Nacional, la mayor parte del dinero terminó en las cuentas personales de varios de los investigados.
Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, las pesquisas se centran en el dinero entregado por la entidad bancaria a dos sociedades, de nombre Promociones Cueva Mar y Bretón de los herreros 38. El 16 de diciembre de 2004, la primera de ellas consiguió un préstamos hipotecario de 15 millones aportando como garantía dos fincas en El Ejido. Ambas fueron tasadas por 31 millones de euros, un valor más que suficiente para hacer frente al crédito con seguridad en caso de impago.
Sin embargo y según las pesquisas preliminares, la operación tenía truco. Una de las dos fincas, de 30.100 metros cuadrados y tasada por los peritos de Tasa Galicia en 23,9 millones de euros tiene en realidad un valor de mercado nulo. Nada. Ni un solo euro según los informes del Banco de España, ya que es terreno no urbanizable, en una zona de servidumbre marítimo terrestre, cruzado por una cañada real y protegido desde 1991 por contener un yacimiento arqueológico de la edad de bronce denominado “Ribera de la Algaida”.
Un valor 271 veces menor
La valoración de la segunda finca puesta como aval del préstamo también ha sido puesta en duda por los peritos del banco de España. En lugar de los 6,9 millones de euros valorados, los informes judiciales le estipulan al suelo un valor registral de 25.376 euros: 271 veces menor.
Según el sumario del caso, la operación se cerró en la oficina que Caixa Galicia tenía en El Parador, por lo que el Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional mantiene a sus responsables de entonces como investigados. También tienen la misma calificación los dos tasadores que se encargaron de valorar las fincas y los socios de las mercantiles que recibieron los 15 millones.
Por sorprendente que parezca, la tasación de las fincas fue mantenida y renovada en dos ocasiones (2006 y 2007), cuando los peticionarios solicitaron una modificación en las condiciones del crédito. Solo hay una salvedad. En 2011, la finca de Roquetas de Mar que contenía los restos arqueológicos fue tasada por primera vez en 385,58 euros. Es decir: los terrenos “habrían sufrido una depreciación de más del 99% desde el año 2007 al año 2011”.
Otros 12 millones
La operación se repitió de forma muy similar en 2005. Con parecido método, cuantía y protagonistas. El 27 de mayo de de ese año Caixa Galicia concedió un préstamo de 12 millones de euros a la sociedad Bretón de los Herreros 38 Arquitectos. Como garantía se aporta una finca de secano en El Ejido, que seis meses antes había sido comprada con un valor oficial de 1,1 millones de euros. Sólo medio año después, los tasadores de Tasa Galicia valoran el suelo en 30 millones de euros. El 10 de junio de 2008, la empresa Sociedad de Tasación realiza una nueva valoración del terreno. Esta vez lo fija de nuevo en un millón de euros.“De atender al contenido de las tasaciones, la garantía hipotecaria se ha depreciado un 97% en el periodo 2005 a 2012”, reflejan los informes de la Fiscalía Anticorrupción sobre el caso.
Los informes de la acusación reflejan, además de las concesiones irregulares, la presunta falta de control sobre los fondos, que en lugar de servir para comprar los terrenos establecidos en la hipoteca, fueron extraídos con ingresos en efectivo por uno de los investigados, Alfonso Cuesta Roldán, “que en ocasiones ingresa en sus cuentas personales o en cuentas de Antonio Giménez Pérez. También se observan transferencias a otras empresas del grupo”. El sumario del caso refleja por ejemplo cómo Alfonso Cuesta retiró con dos cheques tres millones de euros de esos fondos “ingresados en las cuentas de Antonio Ruiz Núñez. Se desconoce la razón de estos pagos, que deberá ser investigada en este procedimiento penal”.