El director de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle, ha presentado este lunes su dimisión ante el nuevo conseller de Interior, Joaquim Forn, a dos meses y medio de la fecha anunciada por el Gobierno catalán para la celebración del referéndum de independencia del 1-O, según han informado a Efe fuentes policiales. El pasado febrero Batlle dijo en una entrevista que estaba dispuesto a detener al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, si este incumpliera la ley.
El cambio en la consellería de Interior ha sido el detonante de la dimisión. Por ello, Batlle, un ex alto cargo del tripartito que siempre ha defendido que los Mossos d'Esquadra deben ser políticamente neutrales e imparciales y que la policía catalana debe cumplir y hacer cumplir la ley, ha renunciado al cargo de director político de la policía catalana, al que accedió el 10 de junio de 2014, en sustitución de Manel Prat. Y lo ha hecho en un momento determinante para el 1-O.
Los Mossos y el 1-O
La labor de los Mossos d'Esquadra es un factor decisivo ante la convocatoria del referéndum soberanista del 1 de octubre por parte de la Generalitat. Más aún después de la sustitución de Jordi Jané por el nuevo conseller de Interior, Joaquin Forn, en la última crisis del ejecutivo catalán.
Este cambio al frente de la consejería que dirige a los Mossos había despertado el nerviosismo entre los agentes, según informaba La Vanguardia este mismo lunes. De hecho, los Mossos se antojan clave en la estrategia del Gobierno presidido por Mariano Rajoy para frenar el referéndum.
Batlle se va por la llegada a la consellería de Interior de Forn, de carácter más independentista que su antecesor en el cargo.
Las advertencias de Batlle
El pasado febrero, durante una entrevista en TVE, Batlle advirtió que los Mossos cumplirían con la legalidad y, en caso de que fuera necesario, detendrían a Carles Puigdemont. En el programa Aquí Parlem, el hoy dimisionario recordó que "en otras ocasiones los Mossos han detenido cargos públicos por desobedecer los requerimientos de un juez". Aunque dijo que era una hipótesis que no contemplaba porque "desobedecer un juez es un caso excepcional".
Además, el ahora dimisionario afirmó que la policía autonómica catalana es "integral" y depende orgánicamente de la Generalitat, pero como policía judicial del poder de jurisdiccional y de la Fiscalía. "Esta función de policía judicial la hemos cumplido siempre y, por tanto, la seguiremos cumpliendo", afirmaba. "Lo hemos dicho siempre, hay que cumplir con la legalidad vigente", apostillaba Batlle.
Batlle siempre se ha caracterizado por distanciarse de las motivaciones políticas de la Generalitat. Como recuerda Efe, una semana antes de la consulta del 9N de 2014 Batlle remitió un escrito a todos los agentes de los Mossos d'Esquadra en el que les recordaba su obligación de "actuar con neutralidad política e imparcialidad", incluso cuando estuvieran fuera de servicio, ante los "acontecimientos políticos y sociales" que vivía (y vive) Cataluña.