El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado significativamente su pronóstico de crecimiento para España, que en 2017 crecerá un 3,1% en vez del 2,6% estimado con anterioridad, subrayando que las medidas adoptadas en el pasado hacen posible que esta expansión sea incluso aún mayor, aunque advierte de que sin más reformas la economía seguirá siendo vulnerable y hay riesgo de que aumente la desigualdad.
"Se prevé que el crecimiento del PIB real sea del 3,1% este año y existen riesgos alcistas gracias al impulso generado por las reformas del pasado de que sea mayor de lo estimado", señalan los técnicos del FMI en las conclusiones preliminares de su informe anual sobre la economía española, conocido como 'Artículo IV'.
En este sentido, la misión del FMI destaca la "fortaleza" de la recuperación de la economía española, donde el consumo, la inversión y las exportaciones contribuyen a un patrón de crecimiento más equilibrado, mientras la situación del sector bancario ha mejorado y la deuda privada se está reduciendo.
No obstante, la institución internacional advierte de que "sin progresos más decididos en las reformas estructurales y la reconstrucción de amortiguadores fiscales, la economía seguiría siendo vulnerable a 'shocks' y corre el riesgo de dejar atrás a algunos segmentos de población".
De este modo, los expertos del FMI subrayan que, a pesar del "impresionante" ritmo de crecimiento y creación de empleo en España, "los retos siguen ahí", señalando la importancia de que sean abordados "completamente" para compensar la moderación del crecimiento que se prevé en el medio plazo, ya que la deuda pública y el paro estructural son todavía elevados, el envejecimiento de la población crea presiones de naturaleza fiscal y la productividad va por detrás de sus socios de la UE.
Subir impuestos
En su análisis, los expertos del FMI apuntan que el entorno económico positivo hace del periodo actual un buen momento para reducir las vulnerabilidades fiscales del país, cuya ratio de deuda pública cercana al 100% deja poco margen a la política fiscal a la hora de hacer frente a potenciales sacudidas, mientras las dinámicas de envejecimiento de la población apuntan a un sensible incremento del gasto a medio plazo.
De este modo, la misión del FMI considera que el margen para más medidas estructurales tiene que ver con la recaudación, aunque apunta que serían de ayuda reformas encaminadas a mejorar la eficiencia del gasto.
En este sentido, los técnicos de la institución reiteran la necesidad de que España suba la recaudación por IVA reduciendo los productos que se benefician de tasas reducidas del impuesto, lo que ofrecería recursos para reducir la deuda y margen para proteger a los ciudadanos más vulnerables.
Asimismo, el FMI vuelve a recurrir a la recomendación de subir los impuestos medioambientales en España hasta niveles más en línea con los de la UE y reitera la importancia de reducir las ineficiencias del sistema impositivo.
En cuanto al mercado laboral, la institución hace hincapié en la necesidad de mantener la competitividad de la economía española, para lo que considera determinante flexibilizar las condiciones de trabajo en línea con las situaciones específicas de las empresas y sectores, así como abordar la dualidad del mercado laboral e incorporar políticas activas de empleo "bien diseñadas y orientadas".
Solidaridad compartida
Por otro lado, el FMI apunta que en caso de que fuera necesario adoptar nuevas medidas para reformar el sistema de pensiones con el fin de garantizar su sostenibilidad, la carga de este ajuste debería repartirse entre las distintas generaciones.
"Si se considerasen necesarios cambios para garantizar la transición hacia un sistema de pensiones socialmente aceptable y financieramente sostenible, la carga del ajuste debería repartirse entre generaciones", expone la institución.
En este sentido, el FMI considera que este objetivo podría ser alcanzado de la mejor manera mediante medidas que incentiven vidas laborales más extensas y el ahorro adicional.