A la misma hora en la que el exministro Jorge Fernández Díaz acudía en el Congreso de los Diputados para escuchar el dictamen de la comisión de investigación que analiza si hubo utilización partidista del ministerio del Interior en la época en la que él la dirigía contra políticos independentistas, dos senadores de ERC esperaron a las puertas del Parador Nacional de Lleida al presidente del Gobierno. Mariano Rajoy y el ministro de Energía, Álvaro Nadal, recibieron sendas copias del documental sobre las cloacas de Interior "para que lo emita TVE".
El jefe del Ejecutivo aprovechó esta visita a la región catalana cuando el desafío independentista está más vivo que nunca para reivindicar el sector turístico como motor fundamental para que España -y Cataluña- siga en la senda del crecimiento. "Este parador es fruto de la colaboración y entendimiento entre administraciones", dijo el presidente antes de recordar que esta es "una imagen elocuente de lo mucho y muy bueno que podemos hacer juntos, de cómo nos podemos apoyar los unos a los otros y que eso vaya en beneficio de todos".
En su intervención, Rajoy se refirió al conflicto que vive con los dirigentes de la Generalitat, que siguen empeñados en convocar un referéndum el 1 de octubre para desconectar Cataluña de España. "Frente al camino de la ruptura", mantuvo el líder del PP, "apostamos por el sentido común y la empatía". Son, a su juicio, las vías por las que hoy "y sobre todo en el futuro va a transitar el mundo. Y pienso que ahí debemos estar todos".
En esta ocasión, el jefe del Ejecutivo no tuvo que encontrarse con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que no acudió a la inauguración del nuevo parador. En Madrid, el ministro portavoz incidió en la idea de que aquellos que quieran llevar a cabo "ilegalidades paguen por ellos". Íñigo Méndez de Vigo recordó a los líderes independentistas que "no habrá un euro de los catalanes y de los españoles para sufragar las veleidades secesionistas de unos pocos".
El portavoz gubernamental tampoco ha querido valorar cómo va a evitar el Gobierno que se coloquen las urnas el 1 de octubre una vez que el nuevo director de los Mossos d´Esquadra, Pere Soler, anunciara que habrá referéndum. Sobre el papel de la policía catalana ese día, Méndez de Vigo únicamente deslizó que "obederían a la ley" y que el Gobierno garantizará su cumplimiento. Cómo lo hará todavía es un misterio.