El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha sentado ante el tribunal como si fuera un debate político. En tono desafiante y con una media sonrisa, se ha enfrentado al abogado que ha dirigido la primera parte del interrogatorio, Mariano Benítez de Lugo, en representación de la Asociación de Abogados Demócratas Europeos (ADADE). Rajoy ha seguido el guión previamente establecido. Ha negado la contabilidad B de Partido Popular pero ha evitado un enfrentamiento con Luis Bárcenas: “No hubo ninguna queja de Bárcenas mientras fue tesorero”.
No ha podido hacer otra cosa que negar de manera taxativa la caja B de su partido y el pago de sobresueldos que aparecían en los apuntes manuscritos de Bárcenas, hechos públicos en el año 2013 justo después de que el PP diera de lado al entonces tesorero, tras aparecer la existencia de cuentas en Suiza de éste con hasta 48 millones de euros.
Bárcenas no ha querido tener un cara a cara con quien fuera durante años su presidente y quien le mandó un SMS de “Luis sé fuerte”, tras conocerse sus cuentas en Suiza, ocultas al fisco. Hasta primera hora de la mañana, el exresponsable de las finanzas del PP estaba dispuesto a sentarse en el banquillo de los acusados y mirarle cara a cara pero finalmente ha declinado acudir. El tribunal ha dado la opción a los acusados de no acudir a las vistas, excepto cuando se les requiera expresamente.
“Jamás cobré sobresueldos”
“Jamás” se han pagado donaciones irregulares en el partido y “jamás” se han pagado sobresueldos a dirigentes del partido. Los 'Papeles de Bárcenas' (con la contabilidad B) “son absolutamente falsos. Cobrábamos un sueldo de diputado y bastantes personas del partido cobraban un complemento y que se declaraba a Hacienda. Cuando llegaron al Gobierno se dejó de cobrar porque no se podía”, ha señalado.
“Vi que todo lo que se recogía ahí era absolutamente falso. Pregunté a un sinfín de los que salían y todos me dijeron que era falso”, ha recalcado. “¿Y sabe si algún dirigente de su partido recibió donaciones?”. Rajoy, salió por la tangente: “Ninguno. Pero de qué pieza separada me está hablando?”. El presidente de la Sala tuvo que reprobarle: “Con que usted diga ninguno ya está la respuesta”, y recordó que había considerado pertinente la pregunta.
Durante el interrogatorio, Rajoy tuvo varias salidas de tono al abogado, ante el malestar del presidente del tribunal, Ángel Hurtado, que tuvo que mandar callar en alguna ocasión al testigo y declarar impertinentes algunas de las preguntas del abogado. Tras negar el cobro de sobresueldos, el letrado le insistió si habría recibido algún sobre con dinero por parte de Bárcenas. “No parece un razonamiento muy brillante”, respondió Rajoy, ante la carcajada del público.
¿Tuvo alguna queja de Álvaro Lapuerta?”, le pregunta. “Nunca”, responde. “¿Tuvo alguna queja sobre la labor de Bárcenas?”, le pregunta de vuelta. “Mientras fue tesorero, nunca”. Ante esta respuesta, y durante su turno, las fiscales de Anticorrupción, preguntaron a Rajoy sobre este extremo. “¿Por qué dice que no hubo quejas de Bárcenas mientras fue tesorero. ¿Y después?”. “Es evidente que después no estaba de acuerdo con lo que había hecho. Peo mientras estaba en el partido no hubo ninguna queja”, contesto.
La fiscal Concepción Sabadell, insistió. “¿Qué tipo de quejas hubo después?”. “Luego, por sus salidas a los medios. Algunos me decían 'mira lo que está diciendo este hombre…' Era en relación con sus comportamientos generales, las cosas que decía en los medios de comunicación”.
Bárcenas, su defensor
A las preguntas de la acusación, el actual presidente del PP y del Ejecutivo ratificó las declaraciones realizadas por el ex secretario general del partido, Javier Arenas, en esta misma sede judicial, sobre una reunión mantenida con Bárcenas en marzo de 2010.
Según ha recordado Rajoy, el encuentro -en el que estaban él mismo, Arenas, Bárcenas y la mujer de éste, también acusada en este juicio- la solicitó el propio Bárcenas para despedirse después de haber abandonado su puesto en la Tesorería y en el Senado, tras su imputación en el caso Gürtel. “Me pareció razonable la reunión porque llevaba 30 años trabajando en la casa. Abandonaba su trabajo en el partido y quería reunirse. Nos dijo que estaba en una situación difícil, que se iba a dedicar a defenderse”, ha señalado.
Rajoy ha reconocido que al final de la reunión, Bárcenas les planteó la posibilidad de mantenerle un coche hasta que se asentara en su nueva vida. Sin embargo, Bárcenas siempre ha mantenido que en esa reunión no se habló de su despido porque él no fue despedido en 2010 sino en 2013, cuando se le conocieron las cuentas en Suiza. Sin embargo, el PP siempre defendió que ya fue expulsado tras su imputación inicial y el pago durante esos tres años fue una “indemnización en diferido”.
El abogado de Bárcenas, Joaquín Ruiz Infante, ha protagonizado varios enfrentamientos con el presidente del tribunal, al rechazar que se le preguntara por cualquier extremo vinculado a la caja B del partido. Después de varias interrupciones del interrogatorio, el magistrado Hurtado le advirtió: “Ya no le voy a permitir más extensión en sus protestas. Hace la protesta y ya”. El abogado de ADADE se quejó: “Este abogado lo que pretende es desestabilizarme”.
Respecto a la reunión entre Rajoy y Bárcenas, las fiscales, acompañadas del fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, también mostraron su inquietud. “¿Por qué motivo estaba la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias?”, le preguntaron. “Porque lo pidió Bárcenas. Había trabajado como secretaria en el partido pero eso no fue la razón. Bárcenas había dejado la militancia, el partido y el Senado y quería despedirse”, subrayó. ¿Participó la señora Iglesias activamente en esa reunión?”, le insistieron. “Que yo recuerde no”, respondió.
Niega intentos de mover al fiscal jefe de Anticorrupción
Tras finalizar el interrogatorio de Benítez de Lugo, se dio paso al resto de acusaciones. El letrado en nombre del socialista Pablo Nieto, entró de lleno en los SMS que se cruzaron Rajoy y Bárcenas. Concretamente, se le preguntó por la respuesta del testigo a su tesorero con la afirmación: “Hacemos lo que podemos”.
“He respondido a los SMS del señor Bárcenas porque tengo la costumbre de responder a la gente. Era una respuesta a un sms en el que él expresaba sus dificultades y contaba su situación compleja”, ha explicado. “¿Qué significa hacemos lo que podemos?”, le ha preguntado el letrado. “Hacemos lo que podemos significa exactamente lo que significa hacemos lo que podemos. Significa que no hicimos nada que pudiera perjudicar a ningún proceso”.
Otro de los abogados de la defensa le llegó a preguntar si prometió a Bárcenas remover al fiscal jefe de Anticorrupción de entonces, Antonio Salinas, y cambiar a las fiscales encargadas del caso Gürtel, Concepción Sabadell y Concepción Nicolás. “Eso es absolutamente falso”, ha espetado.