Desde la presidencia del Partido Popular de Cataluña se está poniendo toda la carne en el asador por devolver la estabilidad perdida a la región. Una misión casi imposible desde que los dirigentes de la Generalitat pusieron fecha a sus planes de dejar de ser españoles: el 1 de octubre. Xavier García Albiol (Badalona, 1967) conversa con EL ESPAÑOL el día después de que la Cámara catalana aprobara la vía exprés para tramitar por lectura única las leyes de desconexión y mantiene viva la línea argumental de Moncloa: "El referéndum no se va a celebrar", aunque reconoce que no se puede evitar "que algún iluminado ponga una urna de cartón en la plaza de su pueblo".
El parlamentario catalán no esconde su inquietud por la deriva secesionista del Govern, califica Catleaks como "el caso de corrupción más importante en España tras los ERE" y dice que el 11 de septiembre, el de la Diada, "es un día de aquelarre, donde se expresa la radicalidad desde el punto vista no tan solo político, también social". Y reconoce, indignado, que "a mí el 11 de septiembre ya no me representa como catalán".
¿Qué va a pasar el 1 de octubre?
El Gobierno de España va a garantizar que nadie va a celebrar un referéndum para separar Cataluña del resto de España. Desde el Parlament de Cataluña trabajamos utilizando los instrumentos que nos da el Estado de derecho como son los recursos al Tribunal Constitucional, pero el Gobierno de España va a garantizar que ese referéndum no se celebra.
¿Cree que la Generalitat ha comprado ya las urnas para el referéndum?
La Generalitat seguro que no ha comprado las urnas. Pero eso no evitaría que a lo mejor alguna de las entidades separatistas que dan apoyo al Govern hayan tenido la posibilidad en el pasado más inmediato de comprar esas urnas. Tengan urnas o no, el referéndum no se va a celebrar y, por tanto, en el supuesto de que se hubieran comprado, ni tan siquiera se van a desembalar.
La opinión de Puigdemont es irrelevante: si la Justicia lo inhabilita lo tendrá que asumir
¿Ve capaz a Carles Puigdemont de no dejar su puesto si el Tribunal Constitucional lo inhabilita?
Los políticos independentistas son muy valientes cuando están ante los medios de comunicación o en un mitin frente a su parroquia que les azuza para seguir en la misma dirección, pero cuando se tienen que sentar delante de un juez les tiemblan las piernas. La opinión de Puigdemont es del todo irrelevante porque le parezca bien o mal, si la Justicia inhabilita al presidente de la Generalitat, lo tendrá que asumir.
¿Le ha desvelado Moncloa cada uno de los pasos que va a dar para frenar el referéndum?
Entre el PP de Cataluña, el Gobierno y el PP nacional hay una coordinación milimétrica y constante. Estamos al tanto de los pasos que está dando el Gobierno de la Generalitat y también, a la vez, de aquellas acciones que desde el PP de Cataluña y a nivel nacional o del propio Gobierno se piensa dar. En ese aspecto tengo que decir que es del todo satisfactorio.
¿Es partidario de aplicar el artículo 155?
Me gustaría que no se tuviera que aplicar porque significaría que se ha roto cualquier posibilidad de intentar recuperar el sentido común por parte de la Generalitat de Cataluña. Si la situación fuera irreversible desde el punto de vista personal, al igual que al PP de Cataluña, nos parecería justificada y acertada la aplicación de ese artículo en caso de situación extrema.
¿Puede garantizar al 100% a los ciudadanos españoles que el 1-O no se pondrán urnas en Cataluña?
Yo puedo garantizar al 100% que el 1 de octubre en Cataluña no se van a poner urnas en dependencias públicas, aunque no se puede evitar que haya algún iluminado que ponga una caja de cartón en medio de la plaza de su pueblo. Pero que no va a haber urnas y no se va a celebrar el referéndum en Cataluña con un mínimo de normalidad en el procedimiento democrático, podemos tener la absoluta tranquilidad y garantía de que será así.
¿Qué debe hacer un mosso al que el 1 de octubre su jefe directo le diga que tiene que custodiar un colegio electoral?
Cuando nosotros hablamos con los sindicatos de los Mossos d´Esquadra nos transmiten su preocupación y su indignación por la utilización política del Gobierno de la Generalitat con ellos. Estoy convencido de que, como no se van a colocar urnas el 1 de octubre, es un escenario que no se va a producir.
Aún así, estoy convencido de que el 90% de los mossos actuarán de acuerdo al respeto de la legalidad y al Estado de derecho por encima de decisiones irresponsables del Gobierno de Cataluña.
¿Y los funcionarios a los que los responsables políticos de la Generalitat obliguen a destinar parte del presupuesto público a sufragar el referéndum?
Aquellos funcionarios que participen de manera activa para que se pueda realizar ese referéndum tendrán que asumir las consecuencias desde el punto vista profesional y también probablemente patrimonial respecto a las decisiones que acaben adoptando, ya que saben que son decisiones ilegales. Creo que la inmensa mayoría de los funcionarios no están por la labor de participar ni convertirse en un instrumento de los políticos independentistas.
Es factible y posible que algún político de la Generalitat termine en la cárcel por el 1-0
El secretario general de Presidencia de la Generalitat está siendo investigado por sedición. ¿Se imagina que algún político pueda acabar en la cárcel por organizar el referéndum a espaldas de la ley?
En estos momentos sí que creo que es factible y posible que algún político termine en la cárcel por el 1-O. Los dirigentes y los responsables del Gobierno de Cataluña han demostrado en los últimos meses que han perdido cualquier medida mínimamente proporcional sobre cómo tienen que llevar a cabo su responsabilidad y su trabajo. Por tanto, en base a esa situación de auténtico atropello al Estado de derecho, es evidente que quien cometa esas tropelías tiene que responder por ellas. Por tanto, no me produce ningún tipo de pena, lastima ni compasión.
¿Es posible entonces que algún día veamos a la Guardia Civil deteniendo a Carles Puigdemont?
Sería una imagen que produciría mucha tristeza y mucha pena en Cataluña y en el resto de España. Espero que no se llegue a producir una situación como esa. Pero en estos momentos se está investigando a un expresidente de la Generalitat que estuvo robando durante los treinta años que ejerció el poder. Así que cualquier escenario es factible. Me gustaría que esa imagen de la Guardia Civil deteniendo a Puigdemont no se llegue a producir.
Es difícil coordinarse con el PSC, un partido más cercano al nacionalismo en ocasiones que al constitucionalismo
Esta semana el Parlament ha aprobado la reforma del reglamento del Parlament para proceder a una desconexión exprés. ¿Por qué la oposición es incapaz de hacer un frente común al independentismo?
En las cuestiones básicas, la oposición está demostrando capacidad para poder actuar de manera coordinada. Me parece que es positivo. En varias ocasiones hemos sido el Partido Popular y Ciudadanos los partidos que hemos asumido esa defensa de la legalidad y de los principios democráticos en Cataluña porque el propio PSOE se ha desmarcado.
No hemos de perder de vista que el Partido Socialista de Cataluña es un partido nacionalista. Además, la franquicia de Podemos en Cataluña apuesta de manera clara por el referéndum.
Ahora vamos a tener una prueba de fuego para ver hasta qué punto el PSOE tiene un complejo frente al nacionalismo cuando, con toda seguridad, PP y Ciudadanos presentaremos un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Ahí será interesante ver qué hace el PSC. Mucho me temo que no actuará en la defensa de los derechos vulnerados a los diputados de la oposición, sus propios derechos. Por lo tanto, es difícil articular acciones conjuntas con un partido más cercano al nacionalismo en muchas ocasiones que al constitucionalismo.
¿Cómo se lleva con Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos en el Parlament?
Tenemos una relación yo creo que correcta. En situaciones de excepcionalidad como ahora nos ponemos de acuerdo en las cuestiones importantes. En los próximos días se demostrará que, para hacer frente al independentismo, tanto Arrimadas como yo no dudamos en tomar todas las medidas y acciones que disponemos como representantes de la oposición y defendemos a aquellos catalanes que no se sienten independentistas y sí se sienten españoles.
CatLeaks es el caso de corrupción más importante de España tras los ERE de Andalucía
Con CatLeaks, el desfalco de las arcas públicas durante la era de Artur Mas revelado por EL ESPAÑOL, ¿estamos ante la siguiente generación del caso Pujol?
Estamos ante el caso de corrupción más importante de España tras los ERE de Andalucía. Hablamos de una manipulación de contratos por un valor de 500 millones de euros. Por este motivo, en la ultima sesión de control al presidente de la Generalitat yo le insté a que aclarara esta información revelada por EL ESPAÑOL.
Es evidente que la voluntad de Oriol Junqueras era esconder este informe hasta las elecciones autonómicas para hacerla pública en ese momento y destrozar a Convergència. Que se haya conocido ha desbaratado los planes de Junqueras y ha puesto en evidencia que Convergència ha seguido siendo hasta no hace mucho una máquina perfectamente engrasada de cobrar comisiones de obra pública. Junqueras se ha convertido en el responsable de tapar toda la porquería y la corrupción del partido.
¿Ha recibido quejas de empresarios que no sean independentistas porque se les haya marginado dentro de la Administración?
Sí, he recibido quejas y especialmente en los últimos días cuando ha aparecido esta información.
¿Qué papel desempeña Junqueras en esto?
No tiene ningún tipo de complejo para convertirse en el protector de la corrupción de Convergència mientras esto signifique debilitar a este partido para poder cubrir sus intereses electorales y convertirse en la referencia del independentismo en Cataluña.
Hoy, Convergència o PDeCAT -como se llaman ahora- se han convertido en la marca blanca de Esquerra Republicana de Cataluña. Nuestra misión como Partido Popular de Cataluña en estos momentos no es tan sólo representar a los votantes del PP, sino dar voz a todos aquellos catalanes que no son independentistas y apuestan por vivir con normalidad el sentimiento de ser catalanes y españoles más allá de su ideología
¿Es tan complicado que la oposición se una y promueva una moción de censura contra Carles Puigdemont?
No es un problema de complicación, sí una cuestión de efectividad. Una moción de censura ahora es imposible porque hay una mayoría parlamentaria independentista. Una mayoría parlamentaria que no es una mayoría social, pero sí parlamentaria. Más allá de la voluntad, el deseo y la necesidad de un cambio de Gobierno en Cataluña, la realidad es que la mayoría independentista evitaría cualquier movimiento de este tipo.
Nosotros estamos trabajando para poder representar un proyecto alternativo al del independentismo. Algunos hemos gobernado en Cataluña, como es mi caso, y lo hemos hecho bien. Por tanto, es nuestro principal aval para poder presentarnos ante la sociedad con un proyecto alternativo.
¿Da por hecho que Oriol Junqueras será candidato de Esquerra a las próximas elecciones?
Si firma la compra de urnas, la compra de papeletas o el decreto de convocatoria del referéndum que no se va a celebrar, es probable que Junqueras no pueda ser el próximo candidato de ERC a las elecciones autonómicas. Él es plenamente consciente, y por eso se esconde y se escaquea detrás de Puigdemont y de los consejeros de ERC para que sean ellos los que asuman la responsabilidad y él salir de rositas.
¿Dónde ve en el futuro a Puigdemont?
Tendrá el honor de pasar a la historia como el presidente que ha consolidado la división de los catalanes que inició Artur Mas. Pasará a la historia por ser el presidente que ha llevado más crisis de Gobierno, que no reformas parlamentarias para mejorar la vida de los catalanes. Este es el lugar en la historia donde quedara Puigdemont con un balance decepcionante.
¿Qué mensaje enviaría a aquellos ciudadanos que todavía dudan entre independencia sí o independencia no?
El proyecto de Cataluña dentro de España está basado en argumentos históricos, sociales, económicos y jurídicos. Pero, sobre todo, en un proyecto común que ha convertido a Cataluña durante mucho tiempo en la tierra de referencia para el resto de España. Independencia significa soledad, aislamiento y salir de Europa. Estoy convencido de que es un mal negocio para los catalanes.
Han sido contadas las voces del empresariado catalán que se han atrevido a plantar cara al independentismo
¿Cómo valora la actitud del empresariado catalán en este conflicto?
Ha sido manifiestamente mejorable porque hasta no hace muchas semanas han sido contadas las voces que se han atrevido a plantar cara fuera del ámbito político al independentismo. A medida que se acerque el 1 de octubre y se visualice cada día más la imposibilidad gracias al Gobierno de España de celebrar el referéndum independentista van apareciendo más voces. Aunque sea tarde, es positivo, pero no suficiente. Necesitamos muchas más.
¿En Cataluña hay libertad para decir lo que se piensa?
Depende del ámbito y del lugar. Posiblemente los que tenemos suerte de vivir en el área metropolitana o grandes ciudades no vemos la libertad coartada, pero sería absurdo negar que en la Cataluña interior manifestarse a favor de que Cataluña es un gran proyecto dentro de ese gran país que es España es un ejercicio de alto riesgo. Por eso, los concejales que el PP tiene en la Cataluña interior tienen tanto valor. Ponen ojos y cara a miles de personas que se sienten representados.
¿Los partidos independentistas volverán a confluir bajo el mismo paraguas a unas elecciones?
Estoy convencido de que no, porque, más allá del proyecto común, ERC y PDeCAT tienen cada uno intereses electorales. En estos momentos, los deseos de Esquerra pasan por hacer desparecer al PDeCAT.
Estoy convencido de que la voluntad de ERC es ir a las elecciones autonómicas con su marca propia. A partir de ahí, quien va a firmar el decreto de adelanto electoral es un miembro del PDeCAT, y eso le permite tener cierta libertad a la hora de jugar con los tiempos sin pensar en los intereses de catalanes y pensando en los propios de su partido, lamentablemente.
Yo digo de manera muy clara que a mí el 11 de septiembre ya no me representa como catalán
¿Qué espera de la Diada de este año?
En los últimos años, gracias a la Generalitat y entidades separatistas que le dan apoyo, ha perdido cualquier elemento de representatividad de la mayoría de la pluralidad de Cataluña. En estos momentos, el 11 de septiembre es un día de aquelarre, donde se expresa la radicalidad desde el punto vista no tan solo político, también social. Yo digo de manera muy clara que a mí el 11 de septiembre ya no me representa como catalán.
¿Cuándo cree que se celebrarán las elecciones autonómicas en Cataluña?
Estoy convencido de que PdeCat necesita tiempo para intentar recuperar su espacio político, y eso va a llevar a que las elecciones no se convoquen hasta el primer semestre 2018.
¿Cómo vio al testigo Mariano Rajoy en el juicio contra la Gürtel?
Lo vi muy tranquilo, partiendo de la base que pude ver trozos porque teníamos la sesión de control al presidente de la Generalitat, pero lo vi tranquilo y sereno. Aquellos que querían organizarle una encerrona se han quedado con las ganas.
¿Tiene vacaciones en agosto?
Vacaciones sí, pero con la batería de teléfono conectada. Esta situación esperpéntica nos obliga a estar unos días de vacaciones pero con un ojo en el teléfono para tener capacidad de poder reaccionar. Y, sobre todo, proximidad a la ciudad de Barcelona. Iré a Baleares pero con un ojo puesto en Barcelona.