Son los ángeles de la muerte. En criminología se les define como personal del sistema sanitario, ya sean médicos, enfermeras, auxiliares, cuidadores u otros, que se aprovechan de su posición laboral para cometer al menos dos asesinatos en dos incidentes distintos.
Es pronto para saber si Beatriz L. D., la auxiliar de enfermería de un hospital de Alcalá detenida por matar a una paciente, es parte de este grupo. Por ahora, está acusada de matar a una mujer de 86 años, pero la policía ha abierto una investigación sobre casos anteriores en los que intervino esta auxiliar, para averiguar su posible responsabilidad en la muerte de otros pacientes.
Si se demuestra su culpabilidad en este caso y su implicación en otras muertes en el hospital, la auxiliar de enfermería entraría a formar parte de la larga lista de Ángeles de la Muerte, que cuenta con varias enfermeras que decidieron arrebatarle la vida a varios pacientes a su cuidado.
Genene Jones
En 1984 esta enfermera de Texas fue condenada a penas de 90 y 60 años de cárcel por asesinar a una niña de 15 meses, a quien le administró una dosis letal de un relajante muscular, e intentar asesinar a otro bebé de cuatro semanas, con un anticoagulante.
Además de los dos asesinatos demostrados, la justicia de EEUU sospecha que Jones podría haber asesinado a hasta 60 bebés entre finales de los setenta y principios de los ochenta.
Beverly Allitt
Fue declarada culpable de asesinar a cuatro niños , de intentarlo con al menos tres más y de provocar lesiones graves a otros seis. Los crímenes fueron cometidos entre febrero y abril de 1991, en el Hospital Grantham y Kesteven, en Lincolnshire, en Reino Unido, donde Allit trabajaba como enfermera.
Allit mató a los cuatro niños inyectándoles grandes dosis de insulina. En 1993, recibió 13 condenas a cadena perpetua de las que debería cumplir de manera efectiva al menos 30 años.
Kimberly Saenz
La enfermera de un centro de diálisis en Texas mató a cinco pacientes al inyectarles lejía en sus tratamientos, en 2008.
Saenz fue condenada a 38 años de prisión y, durante el juicio, los abogados siempre han sostenido su inocencia, alegando que se la estaría inculpando de las malas prácticas de la clínica.
Faustina Bonino
La enfermera italiana, de 55 años fue acusada de matar a 13 personas entre 2014 y 2015 en el hospital de Piombino, en la región de la Toscana, donde ejercía su profesión.
Tras registrar un número anormal de muertes por hemorragia en pacientes operados a dolencias que no tenían por qué provocar ese cuadro clínico, el hospital notificó a los Carabinieri. Las investigaciones demostraron que todos los historiales clínicos de los muertos demostraban la suministración de dosis hasta 10 veces superiores de eparina, utilizada como anticoagulante.
Elizabeth Wettlaufer
Esta exenfermera canadiense ha sido condenada a cadena perpetua por asesinar a ocho pacientes en una residencia de ancianos, cuatro intentos de asesinato y dos agresiones.
Los hechos ocurrieron entre 2007 y 2016 en una residencia de Ontario. Wettlaufer admitió haber administrado insulina a todos los pacientes muertos.
Niels H.
En 2015 este enfermero alemán confesó haber matado a 30 personas, en la clínica Delmenhorst, cercana a Oldenburg, entre 2003 y 2005, con una sobredosis de un fármaco para el corazón. Fue condenado a cadena perpetua.