Younes Abouyaaqoub, el terrorista de camisa a rayas que tiene en vilo a la Policía

“Arrollamiento en Ramblas altas. El autor es un individuo de 1,70m y una camisa de color blanco y rayas azules”. Esta fue la primera comunicación interna por radio de la Policía segundos después del atropello terrorista de Barcelona. Los testigos de la zona habían visto a un joven salir corriendo y facilitaron a los agentes la descripción. Todavía no se sabía nada, ni siquiera si se trataba aún de un atentado, pero la Policía ya conocía la estatura y la vestimenta del hombre que acababa de perpetrar el brutal atentado. Tal y como adelantó este periódico, también sabían que era un hombre de origen magrebí. 72 horas después, los Mossos d’Esquadra mantienen un amplio despliegue para dar con Younes Abouyaaqoub, el terrorista de la camisa a rayas.

Entre las pistas con la que cuentan los investigadores es la foto que ilustra esta información. Es el joven captado por las cámaras de seguridad de un banco un día antes de la matanza y ataviado con una prenda azul y blanca tal y como advirtieron los testigos que presenciaron el atropello en las Ramblas. Pese a todo, los Mossos no quieren todavía comunicar, al menos públicamente, que esta persona fuese el conductor del vehículo. Todavía se están analizando los restos biológicos de entre dos y tres cadáveres entre los escombros de la casa de Alcanar donde los yihadistas contaban con una base logística, pero las hipótesis que manejan los investigadores es que Younes Abouyaaqoub no está entre ellos.

Consiguió eludir la operación jaula que dispuso la Policía en todo el perímetro de las Ramblas. Los Mossos organizaron la evacuación de todas la personas que se encontraban en la zona ante el convencimiento de que el autor del ataque seguía dentro. Algunos ciudadanos permanecieron confinados hasta la madrugada en los locales del lugar a la espera de que los agentes peinasen toda la zona. Pero posiblemente Abouyaaqoub ya estaba lejos.

Es el objetivo número uno de todas las fuerzas de seguridad del Estado, una labor en la que colaboran la Policía Nacional y la Guardia Civil. Como casi todos los miembros de la célula, es marroquí, concretamente de la localidad de Mrirt, cuna de varios de los yihadistas. Las fuerzas de seguridad locales ya están rastreando el entorno de todos los investigados. Fuentes de la lucha antiterrorista confirman que la policía marroquí interroga ya a una persona por su vinculación con la célula. El terrorista más buscado nació en 1995, es decir, apenas cuenta con 22 años de edad y no tenía antecedentes por delitos relacionados con el terrorismo.

Desde el mismo 17 de agosto, día de los atentados pesan sobre él tres “controles específicos por terrorismo”, dos cursados por los Mossos d’Esquadra y uno por la Comisaría General de Información de la Policía Nacional. Eso quiere decir que será detenido si es identificado por cualquier patrulla policial. Desde el inicio de las pesquisas esta persona es clave para los investigadores porque su tarjeta de crédito sirvió para pagar el alquiler de las tres furgonetas con las que contaba la célula.

La madre de Satán

Younes Abouyaaqoub residía en la localidad de Ripoll (Gerona) y formaba parte de la misma cuadrilla de los cinco abatidos en Cambrils, los que frecuentaban la casa de Alcanar en la que querían fabricar un explosivo especialmente potente bautizado como ‘la madre de Satán’, uno de los recursos favoritos de Estado Islámico para causar el mayor número de bajas y que ya empleó en otros atentados como el de Bruselas. Presuntamente Abouyaaqoub, como el resto de jóvenes veinteañeros, se sentía influenciado por un imán de Ripoll llamado Abdelaki Es Satty.

Su hermano pequeño, Houssaine, ya está muerto. No había siquiera estrenado la mayoría de edad cuando decidió subir al Audi 3 en el que él y cuatro amigos pretendieron emular el atentado de Barcelona, en este caso en el paseo marítimo de Cambrils (Gerona). Todos fueron abatidos por la Policía autonómica. Los Abouyaaqoub son uno de los cuatro grupos de hermanos que integran la célula yihadista. La casa familiar se encuentra en el número 9 de la calle Santa Magdalena en Ripoll. Allí vivían los dos hermanos con sus padres.

Los Mossos d’Esquadra han intensificado la vigilancia y los controles en busca de este individuo. Estos trabajos son especialmente intensos en la frontera con Francia a su paso por Girona. Se teme que el terrorista quisiera abandonar España y no se descarta que lo haya hecho ya. El Ministerio del Interior ha puesto a disposición de la investigación la interlocución internacional para determinar posibles contactos del grupo con el exterior.

"Que vaya a la Policía, que se entregue, prefiero que esté en la cárcel a que esté muerto”. Esta era la petición que hizo la noche de sábado su madre durante una concentración convocada por los vecinos musulmanes del barrio de Ripoll en rechazo de los atentados. Cientos de policías trabajan desde hace 72 horas para tratar de cumplir el deseo de esa mujer.