La embajada y los servicios secretos de Arabia Saudí transmiten las directrices marcadas por las autoridades religiosas salafistas en España. Controlan el templo musulmán más grande en el país, la Mezquita de la M-30 en Madrid. Los dirigentes de este templo aseguran que no dependen económicamente de Riad, si no de la Liga del Mundo Islámico. Sin embargo, esta organización internacional la maneja también Arabia Saudí, puesto que su secretario general es designado por el rey saudita.
El Centro Cultural Islámico de Madrid, más conocido como la Mezquita de la M-30 por su ubicación, es la más grande de España y la que marca las directrices a seguir por los templos de Arabia Saudí. Se proyectó en los años 70, pero se construyó cuando el rey Fahd desembolsó 2.000 millones de pesetas. Tras cinco años de obras, la inauguraron en 1992 el entonces príncipe entonces Salmán bin Abulaziz y el rey Juan Carlos I. En ese momento era la mezquita más grande de Europa, con seis plantas, colegio, biblioteca, dos salas de exposiciones, museo, auditorio, gimnasio, restaurante, cafetería y viviendas para los religiosos. Un conjunto de 12.000 metros cuadrados.
Las redes saudíes se extienden desde Madrid por todo el territorio español. "Pretenden implantar sus propios imanes, que los traen de Arabia Saudí; y a los imanes y trabajadores de las grandes mezquitas construidas por ellos se les deja de pagar si no siguen su ideología, sus directrices o sus mensajes", denuncian fuentes conocedoras de la situación. Algunos de los empleados se han querellado ante la justicia española.
Dominio de las grandes mezquitas
Los saudíes mantienen el control de otras grandes mezquitas en España, como la de Málaga o Marbella. Éstas también fueron construidas por Arabia Saudí y a sus miembros se les impone el wahabismo, la corriente sunita más extrema del salafismo en tanto que apela a la violencia para evitar cualquier alteración de las leyes coránicas. Entre las rebeldes está la de Fuengirola, que lleva dos años resistiéndose al dictado de la M30 y sufre represalias. Sus empleados no cobran desde hace dos años.
"Siguen la línea más dura marcada por Qatar o Arabia Saudí, cuando lo que se necesitan en España son teólogos españoles con titulación", explica Faouzi Liba, responsable de Derechos Humanos de la Asociación Amigos del Pueblo Marroquí. Hay un movimiento para ir sustituyendo los imanes de las mezquitas por otros saudíes o de su corriente.
Hasta que estalló el conflicto en Siria, las mezquitas en España eran financiadas por Qatar y Arabia Saudí, "que han sembrado una ideología reaccionaria que no está en el islam", explica Faouzi.
"Un islam compatible con Europa"
La llegada de ciudadanos magrebíes aumentó el censo de musulmanes en España, pero la falta de ayudas para construir mezquitas permitió que grupos financiados por Arabia Saudí se hicieran con el control político de la religión musulmana. En ese momento aparecen dos tendencias, la tolerante y la fundamentalista. Esa división se refleja en las dos grandes asociaciones islámicas que hay en España: la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), más moderada, y la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), con matices integristas. Dos secretarios generales designados por estas asociaciones copresiden la Comisión Islámica de España (CIE), que es entidad que dialoga y negocia con el Gobierno.
"Las cosas se han hecho mal desde el principio y todo el mundo va a pagar este desastre", asegura Faouzi, que es partidario de "empezar a construir un modelo de islam que sea compatible con Europa". Desde esta asociación en Cataluña apuntan que la solución pasa por que "la comunidad musulmana se implique en la vida pública y el Estado respete y normalice la migración musulmana en España".
En 2014, el entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas intentó ceder "la tutela del Islam a Marruecos" dentro de un plan de cooperación entre ambos países en cinco ámbitos. De esta manera, el país magrebí tenía carta blanca para la difusión de contenidos religiosos en centros escolares y mezquitas, algo que no ocurre en ningún país de Europa. Quería restar peso a los 79 oratorios salafistas que, según datos de los Mossos d´Esquadra, hay en Cataluña.
Barcelona no tiene mezquita
El mayor número de templos musulmanes de España se concentra en Cataluña. Sin embargo, Barcelona es la única gran ciudad europea que no tiene ninguna mezquita con minarete porque no lo permitió Convèrgencia i Unió. "Rezamos en locales y en garajes", puntualiza Fouazi. Son pisos, locales comerciales, naves industriales adaptados al culto porque no fueron construidos como mezquitas y, "por lo tanto, más difíciles de controlar".
La corriente malakí que sigue Marruecos es la más moderada del mundo musulmán. Sin embargo, este país también está percibiendo la presencia del radicalismo islámico. "En los años 80 Marruecos vivía unos valores más abiertos que ahora", recuerda Liba. La puerta que le cierra Marruecos al wahabismo, se la han abierto Andalucía, Ceuta, Melilla y Cataluña, principales focos de esta tendencia en España.
"Son puntos para hacer riqueza, hay gente que se enrique con esto", denuncia Faouzi. La mezquita de Terrassa, punto negro en el mapa de reclutamiento de Cataluña, ha recibido mucho dinero de Emiratos Árabes para construir una verdadera mezquita y ampliarla.
La implicación de Arabia Saudí en mezquitas de todo el mundo comienza en 1960, pero no es hasta 20 años después cuando empieza a financiar la construcción de templos en el extranjero. Se calcula que ha invertido ya alrededor de 45.000 millones de euros entre templos (1.500) y escuelas islámicas (2.000) en todo el mundo.