Una duda sobrevolaba la sala de la Audiencia Nacional durante el tiempo que duró la declaración ante el juez de uno de los presuntos yihadistas de Cataluña, Driss Oukabir. Su hermano Moussa había muerto cinco días antes abatido en Cambrils, pero Driss había sido detenido antes por los Mossos d’Esquadra. Había pasado casi una semana en dependencias policiales, incomunicado y sin ningún contacto con el exterior. De ahí la pregunta que se hicieron internamente todos los presentes en su declaración: ¿sabrá que su hermano, de apenas 17 años, estaba muerto?
A la espera de lo que determine la investigación sobre el grado de participación de Driss en los ataques o su conocimiento sobre los planes terroristas de la célula, cabe la posibilidad de que no supiera que su hermano y otros cuatro compañeros habían tratado de emular en Cambrils el atropello masivo de la Rambla. Fuentes jurídicas presentes en la declaración afirman que en ningún momento comentó nada al respecto en la Audiencia Nacional. Tampoco preguntó por su hermano.
Lo cierto es que ni el juez, ni ninguno de los fiscales o los abogados que escuchaban sus explicaciones le quisieron comunicar la noticia. De una forma u otra se iba a acabar enterando tanto si quedaba en libertad como si ingresaba en prisión. El detenido se mostró entero en su respuestas al juez, lo que llevó a los presentes a pensar que no sabía nada. No obstante, Driss Oukabir sí conocía la muerte de su hermano Moussa, según confirman a este periódico fuentes de la lucha antiterrorista.
Se lo comunicó un guardia civil
En concreto, fue un agente de la Guardia Civil quien se lo comunicó apenas unas horas antes de pasar a disposición judicial. Se lo reveló durante su breve estancia en los calabozos de la Comandancia del Instituto Armado de Tres Cantos (Madrid) donde pasó la noche del 21 al 22 de agosto. Antes había permanecido detenido por los Mossos d’Esquadra después de que él mismo se dirigiese a comisaría de Ripoll tras ver su foto en los medios de comunicación, que le señalaban como la persona que había alquilado la furgoneta usada para el atentado en la Rambla por Younes Abouyaaqoub.
Su versión es que efectivamente alquiló el vehículo, pero que desconocía los planes terroristas de sus vecinos de Ripoll. Su idea era que esa furgoneta iba a ser empleada para una mudanza y se desvinculó de los ataques ante el juez. Eso no sirvió para eludir la cárcel y Oukabir acabó ingresando en la prisión madrileña de Soto del Real acusado de integración en organización terrorista, asesinato y lesiones de carácter terrorista.
Hafida Oukabir, hermana de Driss y de Moussa, protagonizó el pasado sábado los actos organizados en Ripoll en contra de los atentados. “Tenemos un verdadero problema que no tenemos que esconder", dijo ante todos los presentes tras calificar de xenófobos los atentados por los que uno de sus hermanos está preso y el otro muerto. Este último ya había dado muestras de su radicalidad al menos dos años antes, cuando en una red social escribió el siguiente mensaje sobre sus deseos: "Matar a los infieles y sólo dejar a los musulmanes que sigan la religión".