La mayoría de los españoles apoya que el Estado persiga penalmente a Carles Puigdemont y que suspenda algunas competencias de la Generalitat para frenar el referéndum del 1-O. En cambio, son minoría los ciudadanos que respaldan suspender la autonomía catalana y quienes aceptan la retirada de urnas por la fuerza, según la encuesta de SocioMétrica para EL ESPAÑOL. 

Los separatistas de Junts pel Sí (PDeCAT y ERC) y la CUP pretenden que la consulta soberanista se celebre el 1 de octubre. Y, de hecho, se espera que estas formaciones aprueben la convocatoria del referéndum esta semana. Frente a lo que pueda ocurrir en el Parlament, el Gobierno tiene previsto responder de inmediato recurriendo ante el Tribunal Constitucional. En este contexto de incertidumbre sobre la celebración del 1-O, este sondeo aporta respuestas sobre las medidas coercitivas que aceptarían o no tanto el conjunto de españoles como solo los catalanes. 

¿Qué debería hacer el Estado?

Siempre según los datos de esta encuesta, hasta el 49,5% de los españoles ve con buenos ojos que se suspendan algunas competencias de la Generalitat para impedir la consulta, frente al 30,9% que rechaza esta medida. Las cifras varían sobremanera si se tienen en cuenta solo las respuestas de los catalanes, dado que un 67,3% no aprueba que se suspendan competencias y solo un 22% apuesta por esta medida contra el 1-O. 

Aún mayor el número de españoles, un 54,3%, que respalda que se persiga en los tribunales a Puigdemont y al resto de políticos implicados en la organización de esta consulta soberanista, mientras esta vía penal es rechazada por el 29,2% de los ciudadanos. Nuevamente los resultados se invierten al tener en cuenta solo a quienes viven en Cataluña, porque el 66,9% no acepta esta opción y solo un 24,1% la apoya.  

La suspensión total de la autonomía divide a los españoles. El 39,3% está en contra de esta medida coercitiva, el 38,4% sí apuesta por esta opción y un 22,3% prefiere no pronunciarse. Esta división, en cambio, no existe en Cataluña, donde el 70,5% rechaza la suspensión, el 18,5% la apoya y un 11% no se pronuncia.

De todas las opciones a las que han respondido los encuestados, la que menos apoyos concita es la de retirar las urnas por la fuerza o impedir que se coloquen. El 44,2% del conjunto de españoles se opone a esta opción, frente al 37,5% que la defiende. Nuevamente las cifras se invierten entre los catalanes, porque hasta el 72,5% de ellos rechaza la retirada de urnas y solo el 20,1% la aprueba. 

Además, el 69,1% de los catalanes quiere que el Estado permita que el referéndum se celebre, frente a solo un 26,5% que no acepta que se vote. Este dato contrasta una vez más con lo que opinan el conjunto de los españoles: el 56,4% no apoya la celebración de la consulta.

¿Si se declara la independencia de Cataluña? 

En el hipotético caso de que el referéndum del 1 de octubre se celebrase, ganase el independentismo y la Generalitat que preside Puigdemont hiciera una declaración unilateral de independencia, la mayoría de españoles considera que el Estado no debería aceptarla.

En concreto, el 65,8% de los ciudadanos opina que esa vía unilateral no podría aceptarse, frente a solo un 14,1% que sí la asumiría y hasta un 20% que no se pronuncia. En Cataluña, en cambio, el 52,3% considera que se debería aceptar esa probable declaración de independencia, el 28,6% responde que no se podría aceptar y un 19,1% de los encuestados no contesta a esta pregunta. 

Según este sondeo de SocioMétrica, las medidas represivas contra la declaración unilateral de independencia no obtienen un apoyo masivo entre los españoles. El 41,7% de ciudadanos sí estaría a favor de "suspender la autonomía catalana hasta que se garantizase su lealtad a la Constitución", pero un 38,8% está en contra y un 19,5% no se define. Entre los catalanes solo el 22,2% apoya esta vía y un 59,8% la rechaza, con un 18% de indecisos. 

Menos apoyos aún concita entre los españoles la opción de "detener y encarcelar por sedición a Puigdemont y demás líderes implicados". El 36% de ciudadanos apoya esta posibilidad frente al 41,7% que la rechaza y el 22,3% que no se pronuncia. Una vez más, las respuestas de los catalanes son muy distintas, porque el 18,5% acepta esto frente al 59,1% que no lo aprueba.  

¿Y si Puigdemont renuncia al referéndum? 

Por último, los encuestados por SocioMétrica también han valorado diversas opciones que apoyarían en el hipotético caso de que Puigdemont y sus correligionarios renunciasen al 1-O o si el Estado lograse frenar el referéndum. En las respuestas vuelve a percibirse la brecha entre lo que opina el conjunto de los españoles y lo que piensan solo los catalanes. 

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Entre el conjunto de los españoles la opción que más aceptación obtiene es la de "mantener la autonomía de Cataluña en sus actuales términos" (el 60,4% lo aprobaría y el 22,9% no lo vería suficiente) mientras que la posibilidad con menos apoyos sería "ofrecer a Cataluña mejoras en su financiación y otras ventajas respecto a la demás comunidades" (77,6% en contra y 7,1% a favor). 

Las cifras vuelven a ser radicalmente distintas cuando se les pregunta solo a los catalanes. Así, entre quienes viven en esa comunidad autónoma la mejor opción sería precisamente que el Estado mejorase la financiación de Cataluña y cediera otras ventajas (63,% a favor y 27,6% en contra). Y la solución de mantener el actual estatus jurídico catalán no gustaría a casi seis de cada diez catalanes (58,2% de apoyo y 34,7% de rechazo). 

FICHA TÉCNICA

Se han realizado 1000 entrevistas, 700 en Cataluña y 300 en el resto de España, entre el 28 de agosto al 1 de septiembre. El universo de la encuesta ha sido la población residente en España, incluida en el CER provincial. Su estratificación han sido dos submuestras, una de Cataluña y otra del resto de España, con cuota principal la provincia, proporcional a los respectivos censos. El error muestral para el conjunto de datos es de +/- 3% para datos y +/- 5% por partido. Por otro lado, la gestión de los datos se ha elaborado con los software SPSS y Barbwin. Por segmentación de votantes se entiende el promedio entre los que votaron a cada partido en las últimas elecciones, y los que dicen que les votarían ahora.

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