La tensión política entre la Generalitat y el Gobierno de España por la situación en Cataluña se ha trasladado con gran virulencia verbal al pleno del Congreso de los Diputados. En una dura intervención, el diputado de Esquerra Republicana Gabriel Rufián ha arremetido contra el presidente del Gobierno por la operación que este martes se desarrolla en Barcelona y que, de momento, se ha saldado con la detención de varios cargos públicos, entre ellos el número dos del departamento de Economía, Josep María Jové.
"Le pido y le exijo que saque sus sucias manos de las instituciones catalanas", dijo Rufián, que cese la "persecución a más de 700 alcaldes independentistas" mientras "se vanagloria de incautar peligrosos carteles independentistas".
"Hemos amanecido con la Guardia Civil frente a casas de nuestros amigos. Usted y sus lacayos están deteniendo a cargos electos catalanes simplemente por sus ideas".
"Por cada uno que detenga hay cientos que están dispuestos a hacerlo, a respetar el mandato inequívocamente popular", ha dicho. Después, Rufián y los diputados de ERC han abandonado el pleno en señal de protesta.
Rajoy: "Estaban avisados"
Su intervención ha sido respondida por Rajoy, aunque reconoció no tener muchas esperanzas en que entendiese lo que significa hacer cumplir la ley en el Estado de derecho. "Esta es una operación que se ha hecho por decisión del juez", que "se hace para garantizar que se cumple la ley", ha recordado y se harán más "mientras ustedes se salten la ley".
Rajoy ha pedido a Rufián que "cesen las amenazas" de los "socios de la CUP", que apoyan a ERC y PDeCAT en la Generalitat, contra alcaldes, concejales y efectivos de seguridad, porque lo que suponen son "atentados contra los derechos individuales de las personas".
En los pasillos de la cámara, visiblemente apesadumbrado, Rajoy eludió seguir polemizando con Rufián, que había abandonado a paso rápido el hemiciclo minutos antes, y advirtió a los independentistas de que el Gobierno actuará para evitar el 1-O. "Estaban avisados", ha advertido.
"El Estado tiene que reaccionar. No hay ningún estado democrático en el mundo que acepte lo que están planteando. Estaban avisados. Sabían que el referéndum no se podía celebrar porque es liquidar la soberanía nacional".
"El referéndum no se puede celebrar. Y lo siento mucho. Yo espero que no continúen con esta dinámica porque creo que no ayuda y no conduce a nada", ha dicho.