Las denuncias por abusos sexuales a menores han aumentado un 15 por ciento, pero el 70 % de los casos no son juzgados porque la única prueba es el testimonio del niño y es difícil que lo mantenga durante los largos procesos, según un informe de Save The Children.
En su informe "Ojos que no quieren ver", Save the Children señala que los abusos que sufren los menores se extienden una media de cuatro años, tras el análisis de más de 200 sentencias, lo que pone de manifiesto "los fallos en el sistema de prevención, detección y protección de los niños víctimas en España".
"Los profesionales que más tiempo pasan con los niños no tienen formación sobre abusos sexuales y muchas veces no saben reconocer lo que está pasando; tan solo en un 15 % de los casos en los que el niño se lo contó a un profesor hubo una notificación a las autoridades competentes", ha explicado el director general de la ONG, Andrés Conde, en la presentación del informe.
Por ello, esta organización de defensa de la infancia considera imprescindible que los centros educativos cuenten con protocolos específicos que se activen ante cualquier sospecha.
Para Save the Children, la extensión de ese abuso durante años demuestra que "aún no existen las herramientas necesarias para prevenir y detectarlo ni para que el niño o niña pueda denunciar" esas agresiones, que sufren entre un 10 y un 20 % de la población en España.