Cuando Podemos presentó esta semana su asamblea de electos para desbloquear el problema de Cataluña, Albano Dante Fachin, líder de Podem, rama catalana del partido de los círculos, se quejó en Twitter de no haber sido invitado a la reunión donde se decidió poner en marcha esta iniciativa. Era un detalle, solo un síntoma más, de su distanciamiento con Pablo Iglesias. Al día siguiente, se sabía que las bases de Podem habían respaldado una vez más a su líder al aprobar la participación en el referéndum del 1-O, pero nadie de la dirección nacional comentaba este resultado. Otro síntoma evidente.
Tanto síntoma demuestra una enfermedad que todos conocen en Podemos: el progresivo deterioro de las relaciones entre Iglesias y Dante Fachin. Es una cuestión estratégica, más que personal o política. Mientras el secretario general del partido morado forja una alianza sólida con los comunes -Catalunya en Comú, nuevo partido liderado por Ada Colau y Xavi Domènech-, el secretario general autonómico se mueve cada vez cerca de la órbita de la CUP, dicen fuentes de Podemos. Desde el entorno del líder de Podem explican, en cambio, que acude a actos de la CUP, sí, pero "para explicar su punto de vista, que no es el mismo que el de la CUP, porque si le invitasen a un acto del PSOE o de Ciudadanos para hablar, también iría y hablaría".
Solo Monedero lo dice en público
“Albano va por libre”. “Parece que es de otro partido”. “Nos está entregando a la CUP”. Son frases sueltas, pronunciadas siempre en privado, por diferentes cargos de Podemos y su entorno, que ven con preocupación el quehacer político de Dante Fachin. En un polémico artículo, Juan Carlos Monedero -sin cargo en Podemos pero muy cercano a Iglesias- ha sido el único en clamar contra el secretario general catalán. Decía, incluso, que “la actual dirección de Podem se ha situado en el ámbito de otras fuerzas políticas más que en el ámbito propio de Podem”. Se puede decir más alto, pero no más claro.
Desde los fieles a Dante Fachin, en cambio, acusan a Iglesias, Pablo Echenique y el resto de líderes de “centralismo”, si bien matizan que hasta ahora el secretario general de Podemos "siempre ha respetado orgánicamente lo que se ha hecho en Cataluña".
Palabras gruesas aparte, lo cierto es que la disputa entre Podemos y Podem parece haberse apagado en el contexto de una crisis política y social sin precedentes en Cataluña después de que la Guardia Civil, por orden de un juez, haya desmantelado la estructura del referéndum del 1-O. Pero solo es una apariencia, porque ese alejamiento sigue latente. Solo hay que echar un vistazo a unos cuantos hechos recientes, amén de los ya comentados sobre lo ocurrido a principios de esta semana.
Algunos roces recientes
Uno de los momentos clave ocurrió el 6 de septiembre, cuando se debatió en el Parlament la Ley del Referéndum que aprobaron las formaciones separatistas como pistoletazo de salida para el 1-O. En el debate quedó claro que no hay unidad alguna en el grupo parlamentario de Catalunya Sí que es Pot, que aglutina a Podem, EUiA e Iniciativa Per Catalunya-Verds (ICV). Joan Coscubiela, histórico de ICV, atacó a los separatistas por sus formas -los llamó “bucaneros”-. Después, Dante Fachin discrepó claramente de ese mensaje desde la tribuna. Y, al día siguiente, llegó a pedir que Coscubiela dejase de ser portavoz de la coalición. En cambio, desde Podemos coincidían con la postura de Coscubiela.
En la Diada del 11 de septiembre, se visualizó más que nunca el enfrentamiento entre Podemos y Podem. Iglesias participó en un acto multitudinario junto a Colau y Domènech en Santa Coloma de Gramanet. Un acto organizado por los propios comunes y por ICV. Dante Fachin, en cambio, acudió a un acto organizado por Procés Constituent en la Bolsa de Barcelona. Acto donde también había miembros de la CUP. Desde el entorno del secretario general autonómico explican que el acto de Santa Coloma se convocó cuando ellos ya tenían previsto acudir al otro evento.
Actos con la CUP
El 15 de septiembre, Albano Dante Fachin fue uno de los cabezas de cartel de un acto a favor del referéndum junto a Benet Salellas, diputado de la CUP en el Parlament. El jueves 21 de septiembre, el exdiputado de la CUP David Fernández y el parlamentario autonómico de Podem Joan Giner -afín a Dante- pidieron una “huelga general” durante un acto conjunto en Barcelona. En la dirección de Podem insisten en remarcar que "ir a un acto de la CUP no significa adherirse a lo que piensa la CUP, sino que vas a explicar tu postura".
Para muchos en Podemos, como se ha dicho, Dante Fachin ha emprendido un camino alejado de Iglesias. No obstante, fuentes próximas al líder de Podem remarcan que él está defendiendo "lo mismo que defienden los comunes: participar en el 1-O como movilización". Y añaden que "los comunes han dicho lo mismo que nosotros dijimos primero y que han ratificado los inscritos".
Precisamente la relación con Catalunya en Comú es el principal punto de fricción entre las direcciones nacional y autonómica de Podemos. Es evidente que Iglesias y los suyos quieren una alianza con los comunes. En Podem, en cambio, afirman que quieren "seguir buscando una manera de trabajar en espacios más amplios que Podemos", o dicho de otro modo, no descartan la alianza con Colau, pero "no a cualquier precio".
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