Con una maza y rompiendo los cristales de la puerta. De este modo ha logrado la Policía Nacional acceder al colegio Ramón Llull de Barcelona, uno de los puntos en los que se han desplegado agentes antidisturbios pasadas las 8 de la mañana tras la pasividad mostrada por los Mossos d’Esquadra al inicio de la jornada. El mismo procedimiento han usado los agentes en el pabellón de Sant Julià de Ramis (Girona), el lugar en el que pretendía votar el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. La acción policial se lo ha impedido y ha tenido que acudir a otro lugar.
Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil han asumido la misión de entrar en los centros de votación con la orden de incautarse de todo el material electoral, principalmente las urnas. Fuentes del Ministerio del Interior han informado a este periódico que la propia policía autonómica catalana ha solicitado la ayuda de las fuerzas de seguridad estatales, que contaban con la referencia de los lugares en los que personarse.
En torno a las 8.30 -media hora antes de la apertura oficial del centro de votación- agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía se han trasladado hasta el colegio Ramón Llull, en el barrio del Eixample. Al llegar, han comunicado a los presentes la orden recibida: llevarse el material electoral. La gente ha respondido con gritos y se ha producido un breve forcejeo con las autoridades para impedir su labor.
Acto seguido, los partidarios del referéndum se han sentado en el suelo delante de una de las puertas formando una muralla humana para evitar el acceso al edificio. La puerta principal también había sido bloqueada desde dentro por los integrantes de las mesas electorales que, atrincherados, entonaban el himno de Cataluña, Els segaors.
Finalmente la Policía ha accedido a la fuerza en el colegio electoral de la ciudad condal. Una vez dentro, los agentes han intervenido varias urnas blancas, negras y opacas, el modelo presentado el viernes por la Generalitat. Mientras tanto, los concentrados en el exterior manifestaban su rechazo con diversos cánticos. La Policía apenas ha permanecido unos minutos en el interior del centro y a su salida se han vivido momentos de tensión entre autoridades y manifestantes.