"El Govern está concentrado en el 1 de octubre para que desde el punto de vista operativo funcione con toda normalidad; estamos en ello, y por tanto no daré más detalles porque estamos en un estado de excepción y de sitio". El conseller de presidencia y portavoz de la Generalitat, Jordi Turull, lo dejaba claro ante los periodistas, pero su frase era toda una paradoja. ¿Cómo se puede apelar a la "normalizar" y denunciar al mismo tiempo un "estado de excepción"?
Entre una y otra descripción de los hechos ha transitado la Generalitat en todo momento. Llevaba semanas asegurando, ante cada mazazo de los tribunales y los cuerpos de seguridad, que el referéndum se celebraría y que sería como cualquier convocatoria electoral.
Las escenas de dureza policial llevaron a la Generalitat a hacer bascular su discurso para políticamente encogerse de hombros. Dado el "estado de excepción", el Govern ha hecho lo que ha podido. Y eso tendrá que valer porque muchos catalanes acudieron a la llamada de las urnas, por más que fuese ilegal. Pero el referéndum fue de todo menos con garantías.
Cambiar el censo misterioso antes de abrir los colegios
Poco antes de la apertura de los colegios electorales, la Generalitat anunció que cada ciudadano podría votar donde quisiese, algo que bautizó como "censo universal". Así, todo el Govern pudo votar, incluido Puigdemont, aunque no fuese en su colegio.
Sin embargo, la Guardia Civil desarticuló poco después ese sistema, según informó el Ministerio del Interior.
Urnas con papeletas dentro antes de que comience la votación
Otra imagen llamó mucho la atención. A su llegada a un colegio electoral, una urna se cayó en la calle y de ella brotaron muchos sobres electorales, algo que provocó el estupor de muchos. ¿Cómo era posible que antes de la votación la urna ya estuviera llena?
Votaciones multitudinarias sin control en la calle
Personas que votaban dos veces
La asociación no independentista Societat Civil Catalana (SCC) recopiló imágenes de ciudadanos votando varias veces:
Los votantes portaban un ejemplar de El Periódico donde se leía el titular del día y claramente la fecha. La duda es qué votaron.
Una ley de referéndum burlada
La mayor chapuza del referéndum fue, quizás, el incumplimiento de la propia ley. Según el repaso hecho por El Confidencial, los independentistas incumplieron este 1 de octubre hasta 20 de los 34 artículos del texto legislativo al que se agarraban, a pesar de estar suspendido por el Tribunal Constitucional.
Entre las normas incumplidas: la de votar en sobre, la existencia de una Junta o sindicatura electoral, la neutralidad de las adminstraciones, las demarcaciones electorales (sustituidas por un censo universal).