La sociedad española apuesta por la vía del diálogo como fórmula para resolver la grave crisis institucional y social que se vive en Cataluña. Un 53,3% del conjunto de los españoles cree que es posible una solución negociada dentro del actual marco legal y la Constitución Española.
Si sólo se pregunta a los ciudadanos de Cataluña, un 49,1% asegura que aún es posible una vía consensuada dentro del Estado, que en estos momentos pasaría inevitablemente por una negociación entre el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el del Gobierno, Mariano Rajoy.
Los que en Cataluña quieren un acuerdo dentro de la Constitución son muchos más que los que lo rechazan. El pacto supera en casi 14 puntos a la desesperanza. Los indecisos son más en Cataluña (15,4%) que en el conjunto de los españoles (un 11,6%).
Esa es una de las conclusiones del sondeo de SocioMétrica para EL ESPAÑOL que este periódico publica a falta de tan solo unos días para una nueva reunión del Parlament. En ella, según algunos ámbitos independentistas, debería proclamarse una declaración unilateral de independencia, aunque una suspensión decidida este jueves por el Tribunal Constitucional complica la cita con la Historia soñada por la CUP y algunos sectores de ERC y PDeCAT.
Un aval a las tesis del PSOE y el PSC
El resultado de este sondeo avala, especialmente, las tesis del PSOE y el PSC, que en todo momento han apostado por una solución legal y dialogada dentro del marco de la Constitución y han conminado a Rajoy y a Puigdemont, como jefes de Gobierno español y catalán, a sentarse y hablar. Su solución a largo plazo consiste en una reforma de la Constitución para votar ese acuerdo primero todos los españoles y después sólo los catalanes, en el Estatuto de autonomía que se derivaría del nuevo pacto constitucional.
Podemos y Catalunya en Comú, el partido que dirige Ada Colau, también apuestan por una solución acordada, pero a través de un referéndum de autodeterminación pactado en el que votasen sólo los ciudadanos catalanes, algo que, aunque sea de acuerdo con el Gobierno o las Cortes, seguiría sin tener acomodo en la Carta Magna.
Los encuestados no respaldan a PP y Cs
Los resultados del sondeo no encajan en la lógica política del PP y Ciudadanos, que consideran que no hay nada que negociar y que Puigdemont debe sencillamente dar marcha atrás.
Mientras que el Gobierno prepara medidas drásticas en caso de que se proclame unilaterlamente la independencia, el partido de Albert Rivera pide que se apliquen sin más dilación para convocar unas nuevas elecciones en Cataluña y parar a los dirigentes de la Generalitat, a los que considera unos "golpistas".
Mediación, la palabra del día
Muchos actores políticos consideran que algo se está moviendo en Cataluña. Hasta la votación masiva del 1 de octubre, la prioridad de PP, PSOE y Cs era evitar el referéndum mientras Podemos lo consideraba una movilización. Pasados cinco días de la cita, el Parlament no ha declarado la independencia, a pesar de que la ley de referéndum prevé en su artículo 4.4 que eso se produciría 48 horas después de la proclamación de los resultados.
Los resultados fueron comunicados por la Generalitat en la madrugada del lunes, pero desde entonces ni siquiera se ha llegado a mentar su proclamación. Los líderes independentistas tampoco se ponen de acuerdo sobre la declaración de independencia. Ni sobre su fecha definitiva ni sobre sus consecuencias prácticas. ¿Una estrategia para ganar tiempo? Si así fuera, ¿para qué?
Mientras tanto, Puigdemont ha pedido una mediación para resolver el conflicto, Podemos ha apostado por ella al tiempo que rehabilitaba a Rajoy como interlocutor. Diversos medios han apuntado a la implicación de la Iglesia. El PSC se ha propuesto a sí mismo y, según las fuentes consultadas por este diario, los contactos informales que buscan una mediación discreta se han multiplicado en los últimos días.
Aprovechar esta semana de "tregua"
Los socialistas consideran que esta semana se vive una especie de "tregua" y esperan tanto un gesto de Rajoy en favor del diálogo como un paso atrás, o al lado, de Puigdemont que postergue la declaración unilateral. Eso, confían pese a ser considerados unos ingenuos por el PP y Ciudadanos, destensaría la situación y abriría un resquicio a la esperanza.
"Percibimos grietas en el independentismo. Y no es para menos. Frente a la CUP, hay sectores moderados tanto en PDeCAT como en ERC que temen las consecuencias de una DUI", explican fuentes cercanas a Pedro Sánchez. No todo era tan automático.
La inédita presión de la banca, con decisiones formales adoptadas este jueves, y el nulo reconocimiento de las aspiraciones de república cosechado en el extranjero, donde sólo ha calado el disgusto por la dureza policial, hacen que más de uno se tiente la ropa en la élite independentista que manda en la Generalitat.
Hasta La Vanguardia, diario nada sospechoso de españolista o de tener simpatía por Mariano Rajoy, publicó este jueves un contundente editorial en el que alerta de que, pasado el referéndum, es la hora de que el independentismo eche el freno y busque una situación dialogada como la que, según el sondeo que publica EL ESPAÑOL, la sociedad española y catalana asegura desear.
Ficha Técnica
Se realizaron 400 entrevistas en Cataluña y 400 en el resto de España a mayores de 17 años el 4 de octubre. El método de la encuesta ha sido mixto: 600 entrevistas con panel online y 200 entrevistas telefónicas aleatorias, ambas con autoponderación provincial
El error teórico para datos es de +/- 3%. La gestión de datos se ha elaborado con los software SPSS y Barbwin e incluye controles de calidad internos de sistema y proceso, códigos CCI/ESOMAR y acreditación LOPD.
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