Mariano Rajoy ha reunido a su comité de dirección este lunes por la mañana y el análisis que ha hecho sobre Cataluña ha sido rotundo: "Vamos a impedir la independencia", aunque sigue sin develar cómo hacerlo. Al finalizar, Pablo Casado recordó a Carles Puigdemont el futuro que le espera si declara la independencia y ligó su destino al del expresident Lluís Companys. "¡Que no se repita la historia porque igual acaba como Companys!". El expresident, que entró en prisión por declarar la independencia de Cataluña el 6 de octubre de 1934, murió fusilado.
Casado matizó después que Puigdemont y su equipo se dará de bruces con el código penal si siguen adelante con sus planes independentistas. Además, el vicesecretario recordó que el Código Penal establece penas de "15 años por sedición y 25 años por rebelión", y les advirtió de que "se van a dar de bruces con el banquillo". Además de Puigdemont, Casado extendió la advertencia a los presidentes de la ANC, Jordi Sánchez; al de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart y al mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero. "Los puede denunciar cualquier particular", recordó.
El Partido Popular sigue sin reconocer a los dirigentes del Govern como políticos con los que se pueda restablecer el diálogo y encauzar las vías de diálogo entre las dos administraciones. De hecho, Casado habló de Puigdemont como un "okupa" en el Parlament y llamó a los miembros de la CUP "yonquis de la manipulación".
Casado insistió en que el Gobierno central actuará con proporcionalidad dependiendo de qué anuncie este martes Carles Puigdemont. "Igual que el 23F don Juan Carlos no negoció con Tejero, está muy bien que Felipe VI y Mariano Rajoy digan que no hay nada que pactar con Puigdemont ni con Junqueras, que son los golpistas del 1 de octubre", añadió el vicesecretario. Para el PP es imposible "apaciguamiento, ni cesión ni mediación internacional". Solo entienden la retirada del proyecto independentista para poder empezar a reconstruir Cataluña.
"Esto no es Yugoslavia, nadie tiene que venir a mediar nada", insistió Casado. "No hay nada que negociar, España es el país más descentralizado del mundo, no quedan casi transferencias que transferir". Una vez más, el PP extendió la mano a los miembros del Govern y les dijo que, si quieren modificar el modelo de financiación autonómica, acudan a la Conferencia de Presidentes y no dejen la silla vacía como hicieron en la última reunión.