Tras su última carrera electoral en Perú, Mario Vargas Llosa prometió no volver a cocinar un mitin. Colgó los discursos y las llamadas al voto en el perchero. Hasta que la Barcelona que le catapultó como escritor quedó cual funambulista en el alambre que ahora es España. Para este domingo, le pidieron una arenga como colofón a la manifestación contra el nacionalismo. Aceptó.
En esa "soleada tarde de otoño catalán", reconoció la dificultad de hacer "política de la razón" cuando las mayorías discuten con las vísceras. De ahí que -aunque a gritos- reclamara una "armadura" intelectual contra el nacionalismo. Fernando Savater, Albert Boadella, Félix de Azúa, Josep Borrell y Carlos Jiménez Villarejo han sido algunos de los herreros que han contribuido recientemente a este proyecto.
Savater: "El nacionalismo triunfa porque no exige lectura"
Fernando Savater nació en San Sebastián. Más de una vez ha reconocido que el Paseo de la Concha puede hacerle un nudo en la garganta y arrancarle un par de lágrimas. "Quizá a usted le emocionen los valles asturianos, pero eso no tiene ningún efecto político".
Con titulares afilados como este y varios libros al respecto, ha desmontado las tesis nacionalistas, que sufrió en carnes, cuando ETA le colocó en el punto de mira. A ojos de Savater, el nacionalismo, al otorgar un derecho a una minoría en función de su procedencia geográfica, agrede a la ciudadanía española en su conjunto.
En una entrevista con este periódico, afinó: esta ideología de procedencia romántica triunfa porque "es una simpleza", "nosotros somos los malos y ellos los buenos", no exige lectura, como sí la requiere el marxismo, por ejemplo. Por eso cala hondo.
De Azúa: "La abstracción de la patria sólo puede movilizar fanáticos"
A Félix de Azúa le gusta parafrasear a Samuel Johnson cuando se refiere al nacionalismo: "Es el último recurso de los canallas". Define esta teoría política como "un viejo sentimiento humano que despertó el romanticismo cuando desaparecieron las ideas religiosas". "Los hombres necesitaban algún tipo de trascendencia para suplir el dolor que les producía la ausencia de Dios, ahí es cuando surge la patria como sustituto de la religión", explica.
Para desmontarlo, dejó esta respuesta en su entrevista mantenida con EL ESPAÑOL el pasado año: "Durante el romanticismo, la patria era una abstracción defendida con las armas. En el momento en el que eso desaparece, la patria queda como una abstracción absoluta que se utiliza para borrar los derechos del individuo. ETA se dio cuenta y dotó de un ejército al nacionalismo. En el siglo XXI es muy difícil sostener las naciones románticas con un ejército. Por eso, su causa está llamada al fracaso. El nacionalismo acabará en la nada, no puede triunfar. No me cabe la menor duda. La abstracción de la patria puede movilizar a los fanáticos, pero a nadie más".
Boadella: "Nos hacen creer que los españoles son más cutres, menos civilizados"
Albert Boadella se sabe "traidor nacional" de Cataluña. Le cortaron los cipreses que había plantado en el jardín de su tierra natal. Suele referirse al nacionalismo con terminología médica: "Es un virus que ya existía en el franquismo". Ahora, apunta: "Se ha convertido en una epidemia sin control".
El dramaturgo, bufón incómodo de la Generalitat, fue nacionalista. Así describe lo que para él supuso una "caída del caballlo". "Durante mi infancia y mi primera juventud se me inculcó el auténtico hecho diferencial de Cataluña: la xenofobia, la facilidad para crear un enemigo exterior inexistente. Nos hacían creer que los españoles eran menos que los catalanes, más cutres, menos civilizados y más pobres. Ese virus me lo traspasaron mis amigos, alguna parte de mi familia, asociaciones culturales, etc. Gracias a Dios, hubo un momento en el que comencé a darme cuenta de la realidad y dejé de colocarme del lado de la cobardía y la ficción".
Josep Borrell aclara la mentira de Europa
Josep Borrell se ha convertido en el tótem venerado por los socialistas en lo que a Cataluña se refiere. Pedro Sánchez, a pesar de no participar en la manifestación de este domingo, agradeció a su compañero de militancia el discurso vertido en la Plaza Urquinaona.
Expresidente del parlamento europeo, ha insistido en dejar claro que el mensaje comunitario transmitido por la Generalitat es una ficción. En varias ocasiones, ha relatado que si Cataluña se independizara, dejarían de aplicarse las políticas comunitarias en la región. Además, su entrada en la UE debería ser aceptada por todos los Estados miembros, incluido España.
Jiménez Villarejo: "Lo de Cataluña no es derecho de autodeterminación"
Carlos Jiménez Villarejo fue fiscal jefe de la Audiencia de Barcelona. También eurodiputado de Podemos, aunque terminó renunciando a su escaño. El proyecto independentista suele agarrarse al derecho internacional para enarbolar su "derecho de autodeterminación".
Este magistrado, en una conferencia reciente, detalló: "El derecho de autodeterminación está en la resolución de la ONU de 1960, confeccionada para favorecer la liberación de los pueblos sometidos por la represión colonial, como el Congo belga. Es la única vez en la historia del derecho internacional que se ha utilizado este término. No corresponde, en absoluto, a lo que ocurre en Cataluña". Jiménez Villarejo lamenta que, intencionadamente, los líderes secesionistas induzcan a la confusión y "engañen al ciudadano que carece de cultura jurídica".