La frustración entre los grupos más radicalizados del independentismo catalán es uno de los escenarios que más preocupa a los responsables de las fuerzas y cuerpos de seguridad. La suspensión de la anunciada declaración de independencia ha generado ya reacciones airadas como la manifestada por Arran, las juventudes de las CUP, que han tachado de “traición inadmisible” la decisión del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Fuentes policiales consultadas por este periódico aseguran que los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil han sido prevenidos ante posibles episodios de violencia callejera, sino de forma inmediata, en función de cómo se desarrollen los próximos acontecimientos.
En caso de que se produjeran alteraciones del orden público en las calles, sería competencia exclusiva de los Mossos d’Esquadra. Por ello las fuentes consultadas indican que los policías y los guardias civiles sólo actuarían en caso que se lo solicitase el Cuerpo autonómico. Este miércoles está previsto que declare en el Congreso el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y Puigdemont se ha referido a “semanas” al justificar la suspensión de su declaración unilateral de independencia. “Seguimos en las calles, donde se ganan todas las batallas!”, decía otro de los mensajes difundido en las redes sociales esta noche por Arran. "Que la prudencia no nos haga traidores", insistían en otro comentario.
Se trata de una organización juvenil de extrema izquierda y pancatalanista que ha reivindicado ataques en el pasado contra sedes de partidos, entre otros objetivos. Las fuerzas de seguridad tienen vigilados a más grupúsculos radicalizados bajo el paraguas del independentismo radical y el movimiento antisistema. Los expertos cifran en cerca de 4.000 personas el entramado radical en Cataluña.
Otras fuentes apuntan a que la movilización es una de las principales bazas del independentismo y que episodios violentos perjudicarían su estrategia, sobre todo si interpretan la declaración de Puigdemont como una forma de ganar tiempo ante la comunidad internacional. No obstante, también advierten que en movimientos radicalizados siempre puede haber elementos descontrolados que no atiendan a la estrategia oficial impuesta.
Con motivo del referéndum del pasado 1 de octubre los agentes de Información de la Policía Nacional detectaron el desplazamiento de cerca de un centenar de radicales desde Madrid que, al llegar a Cataluña, recibieron la indicación de no protagonizar altercados. La consigna era resistencia pacífica en caso de enfrentamientos con los agentes. A pesar de ello, se vieron algunos enfrentamientos con policías y guardias civiles y la colocación de barricadas en puntos estratégicos de los centros de votación.
El fuerte despliegue iniciado hace semanas por el Ministerio del Interior con motivo del referéndum estaba previsto en un principio hasta el 5 de octubre, no obstante, la semana pasada el Departamento que dirige Juan Ignacio Zoido lo amplió al menos dos semanas más. Su mantenimiento dependerá de la situación, afirman estas fuentes.