Vítores y proclamas para recibir a Felipe VI -vestido con el uniforme de gala del Ejército del Aire- y a la reina Letizia en el transcurso del Día de la Fiesta Nacional. Madrid enarbola un discurso patriótico con motivo de la Fiesta Nacional, una jornada marcada por la inestabilidad política de Cataluña y el luto tras el accidente de un caza que le ha costado la vida al capitán Borja Aybar.
El suceso ha empañado el final de los actos y ha obligado a Mariano Rajoy a abandonar precipitadamente la recepción en el Palacio Real. El presidente, acompañado por la ministra de Defensa, se ha desplazado hasta Albacete para mostrar sus condolencias a la familia del fallecido de forma personal.
La participación de la Policía
Durante el desfile, el corazón de Madrid ha latido al ritmo marcado por la Guardia Civil y la Policía Nacional. Sus agentes, con motivo del Día de la Fiesta Nacional, han desfilado en un acto que ha contado con un respaldo masivo de asistentes. Es el primer acto en el que participa Felipe VI tras su discurso llamando a la unidad de España.
"Este día es muy importante para nosotros, más aún después de lo que está pasando en Cataluña y cómo lo están viviendo algunos de nuestros compañeros", detallaba un agente de la Policía en conversación con EL ESPAÑOL minutos antes de arrancar el desfile, el primero en el que participa el cuerpo policial.
En el acto también han participado varias unidades de la Guardia Civil, aunque no del Grupo de Acción Rápida (GAR) del Instituto Armado, destinado estos días en Cataluña.
La presencia en el desfile terrestre de vehículos y agentes de la Policía Nacional no está ligada a los últimos acontecimientos en Cataluña por el desafío independentista, sino que se acordó a finales de agosto. Su participación, no obstante y debido a los últimos acontecimientos, ha quedado ligada a los movimientos post-referéndum.
"¡Viva España!", es la proclama que más se ha repetido en las inmediaciones del paseo de Castellana, donde transcurre el desfile, arropado por miles de personas y banderas nacionales. "Orgullosos de ser españoles" es el lema que ha escogido Defensa para la celebración de esta jornada.
3.900 militares
El desfile militar del 12 de octubre ha aumentado su extensión -desde Plaza de Cuzco hasta la plaza de San Juan de la Cruz- para facilitar la cercanía a una masiva afluencia de asistentes. En total, 3.900 militares han participado en el acto, contando entre sus filas, por primera vez, con una unidad de la Policía Nacional; una demostración militar que ha supuesto un desembolso de 420.000 euros.
Este ha sido el primer acto presidido por Felipe VI tras su alocución en la que hizo referencia a la crisis de Cataluña. Los reyes han llegado a las inmediaciones de la tribuna -instalada frente al estadio Santiago Bernabéu- a las 11 de la mañana, donde han sido recibidos por Mariano Rajoy, también aclamado por los asistentes.
Acto seguido se han encontrado con la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Fernando Alejandre, entre otras autoridades.
Tras la exhibición de paracaídas (un miembro del Ejército del Aire ha saltado sobre la plaza de Lima portando la bandera de España), se ha procedido al izado de la bandera y al homenaje a los caídos, momento solemne en la jornada.
Uno de los momentos más aclamados por los asistentes, como viene siendo habitual en estos desfiles, ha sido la demostración aérea, en la que han participado 77 aeronaves distribuidas en 16 unidades.
El de este 12 de octubre se ha tratado, sin duda, de uno de los desfiles con mayor carga simbólica, dada la inestabilidad política que se está viviendo en Cataluña. Ante el mensaje de secesión que propugna el Govern, Defensa ha optado por el lema "Orgullosos de ser españoles".