La tesis de los investigadores es que el ciudadano luso que hizo saltar este lunes las alarmas de Zarzuela estaba perdido y con alguna causa pendiente con la Justicia en Portugal. Por eso, al llegar a un control policial cercano al acceso del Palacio de la Zarzuela, residencia oficial de los reyes de España, en lugar de frenar con su coche, echó a correr temeroso de la presencia de agentes españoles.
Efectivos de la Guardia Real que estaban allí custodiando las instalaciones dieron la voz de alarma y trataron de detenerlo.
El suceso, revelado hoy por El Confidencia Digital, sucedió el lunes pasadas las cinco de la tarde. Y según la versión recabada por EL ESPAÑOL de fuentes de la Seguridad del Estado, motivó la activación de medidas de control y seguridad en la residencia del monarca. Según estas fuentes, el ahora detenido transitaba con su vehículo cuando llegó al control policial que da acceso a Zarzuela en la zona de Valdemarín, en los montes de El Pardo.
La zona sale de una carretera que une Madrid con El Pardo y que es muy transitada diariamente por cientos de vehículos. Pero cuenta en mitad de su trayecto con un ramal de acceso con circulación prohibida para todos aquellos coches que no dispongan de acreditación o permiso expreso para acercarse al recinto.
Fue allí donde el ocupante del vehículo desatendió a las instrucciones de los agentes de la Guardia Real y tras saltarse el control y abandonar el coche, echó a correr por la zona de monte aledaña a Zarzuela.
Aun así, todavía le quedaban varios kilómetros y perímetros de seguridad para acercarse siquiera al primer muro del complejo, donde además de la residencia real se emplazan varios destacamentos de Guardia Civil y la Guardia Real.
Según las mismas fuentes, el ciudadano luso detenido ayer no estaba armado y era el único ocupante del vehículo. Los investigadores analizan ahora las causas de su desobediencia a las órdenes policiales, con la sospecha de que se trata de un delincuente menor que echó a correr alertado por la presencia policial, desconociendo que se trataba simplemente de los efectivos que controlan el acceso al complejo donde reside la Familia Real.