Es la segunda vez que el monarca hace referencia a la extrema situación que atraviesa España en menos de dos semanas. Tras el respaldo unánime de las máximas autoridades de la Unión Europea a la unidad de España, Felipe VI clausuró la entrega de los premios Príncipe de Asturias y centró su discurso en el desafío secesionista. El jefe del Estado denunció el "inaceptable intento de secesión" de Cataluña y aseguró que "ningún proyecto de futuro se puede construir basándose en romper la convivencia democrática".
A escasas horas de que Mariano Rajoy se reúna con su gabinete en Moncloa para poner en marcha el artículo 155 de la Constitución y restablecer la legalidad en Cataluña, la intervención del monarca era la más esperada en unos premios donde hubo más preocupación que alegría. Felipe VI volvió a dejar claro que el Estado hará frente al desafío independentista "a través de sus legítimas instituciones democráticas" siempre dentro del "respeto de nuestra Constitución" y "ateniéndose a los valores y principios de la democracia parlamentaria en la que vivimos desde hace 39 años".
La independencia de Cataluña no entra en los planes de ningún dirigente de la UE ni del propio jefe del Estado, que remarcó en sus palabras que "en la España del siglo XXI, Cataluña es y seguirá siendo una parte esencial". A su juicio, "ningún proyecto puede conducir al aislamiento ni al empobrecimiento".
Felipe VI reservó la parte final de su discurso para volver a dejar clara su posición frente al independentismo. Antes, destacó las bondades de cada uno de los premiados. El monarca quiso dejar claro que la convivencia entre españoles debe basarse en "una suma leal y solidaria de esfuerzos, sentimientos, afectos y proyectos". Además, destacó que Cataluña y las demás autonomías "hemos vivido y compartido éxitos y fracasos, triunfos y sacrificios, alegrías y sufrimientos. Y no lo podemos olvidar".
Y se resiste a que el marco de convivencia cambie. "No podemos ni queremos renunciar a lo que hemos construido juntos, sumando las aportaciones de todos". Esto es, a su juicio, "un valiosísimo legado que a todos nos pertenece por igual". Las palabras del monarca que apelaban de nuevo a la unidad del país arrancaron el aplauso de todos los asistentes en el Teatro Campoamor de Oviedo. Destacó especialmente el respaldo del presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani; el de su homólogo en el Consejo Europeo, Donald Tusk y el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también quiso avalar con su presencia el discurso real.