La Policía Nacional ha evitado este que los Mossos d'Esquadra quemaran en una incineradora unos documentos que sospechan que están vinculados con el referéndum del 1-0 y que ya han intervenido por orden de la Audiencia Nacional para analizar su contenido.
Según han informado fuentes policiales, los Mossos d'Esquadra han enviado esta mañana a una furgoneta y dos patrullas a la planta de tratamiento y selección de residuos Tersa de Sant Adrià de Besòs (Barcelona) para quemar varios documentos con información sensible, aunque no lo han podido hacer porque cuando han llegado se han encontrado a una veintena de agentes de la Policía Nacional bloqueando el acceso.
Los agentes de la Policía Nacional han impedido el paso a los Mossos, han interceptado la furgoneta y han exigido a la policía catalana que les entregara la documentación que llevaban a la incineradora.
Sin embargo, los Mossos se han negado en un primer momento a entregar la documentación y han pedido a la Policía Nacional que les mostrara una orden judicial para intervenir estos archivos.
Los agentes de la Policía Nacional no disponían de esta orden, por lo que han pedido a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela que les autorizara a intervenir los documentos para poderlos analizar.
Tras más de tres horas de espera de ambos cuerpos policiales frente a la incineradora, la juez ha acordado finalmente autorizar a la Policía Nacional a requisar esta documentación y a trasladarla a Jefatura para analizarla, según han informado a Efe fuentes jurídicas.
Con la orden judicial ya en su poder, los agentes de la Policía Nacional han procedido a descargar las cajas con los documentos que llevaba la furgoneta de los Mossos y las han precintado, antes de trasladarlas a Jefatura de la Policía Nacional.
Según fuentes de la Policía Nacional consultadas por Efe, la Brigada Provincial de Información, en el marco de una investigación sobre el 1-O, ha procedido a bloquear el acceso a la incineradora y a intervenir la furgoneta al sospechar que podría llevar documentación relativa al referéndum, que había sido suspendido por el Tribunal Constitucional.
Por el contrario, fuentes de los Mossos han negado que los informes que iban a quemar estuvieran vinculados con el referéndum del 1-O y han alegado que es una práctica habitual y ordinaria que se acuda a incineradoras a quemar este tipo de archivos, o que se utilicen trituradoras para destruirlos, ya que la actividad policial genera documentos de contenido sensible que, cuando ya no son necesarios, se deben destruir para atender a la protección de datos.
Los Mossos d'Esquadra han precisado que los documentos en papel que se llevaban a destruir pertenecen a la Comisaría General de Información y que, en concreto, figuran archivos con datos administrativos de la oficina de apoyo a esta comisaría, relativos a permisos, vacaciones y bajas, así como sobre operativos y diligencias policiales y documentación diversa.
En un comunicado, los Mossos d'Esquadra han detallado que toda la documentación oficial que se destruye se guarda en apoyo digital y que, al no disponer de una infraestructura propia en dependencias policiales para destruir la documentación que por motivos de seguridad y espacio no se puede guardar en apoyo de papel, ya hace años que la incineran en Sant Adrià de Besòs.
Según los Mossos, esta destrucción de documentos es una práctica habitual y ordinaria que se realiza de forma periódica con la autorización del servicio de Administración y documentación de la Dirección General de Policía.