Mariano Rajoy ha vuelto a convocar a sus ministros en un Consejo extraordinario para resolver aspectos técnicos relacionados con las elecciones del 21 de diciembre. Sin embargo, el presidente del Gobierno ha aprovechado la reunión para continuar aplicando el artículo 155 de la Constitución y ha dejado para este martes la supresión de tres organismos públicos más vinculados al independentismo: la Secretaría para el Desarrollo para el Autogobierno; la Oficina de Mejora del Autogobierno y la Comisión Interdepartamental para el Desarrollo del Autogobierno.
El Ejecutivo central destituye también a sus delegados territoriales y al director del Instituto de Estudios del Autogobierno. El jefe del Ejecutivo ha reunido a sus ministros en Madrid pero ha sido el delegado del Gobierno en Barcelona, Enric Millo, quien ha informado de los asuntos tratados en una reunión en la que él no estaba presente.
El hombre de Rajoy en Cataluña ha querido resaltar que, desde que el lunes los funcionarios empezaron a trabajar ya con el Govern cesado, todos los departamentos "están funcionando con normalidad". Millo ha querido resaltar la "profesionalidad" y "colaboración" de todos los funcionarios de la Administración que han acatado las órdenes de los nuevos responsables.
Preguntado sobre si consideraba oportuno que Puigdemont y sus socios se presentaran a las elecciones del 21-D, el delegado del Gobierno en la región ha recordado que "todas las ideas son legítimas y lo único que se pide es que el desarrollo de estas ideas respete el marco constitucional vigente".
El Gobierno no ha querido hacer una valoración sobre las declaraciones del expresident en Bruselas. En privado, fuentes gubernamentales califican su comparecencia de "surrealista" y confían en que el jueves esté en Madrid para declarar ante la juez que lleva su caso. En estos momentos, nadie pone la mano en el fuego por adelantar qué hará Puigdemont: si prefiere quedarse en Bruselas o, por el contrario, volverá a España a dar explicaciones ante la juez.